El Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, recibió por parte de la National Endowment for Democracy, la Medalla al Servicio de la Democracia entregado en Washington, Estados Unidos.

Luego del recibimiento, Monseñor Báez mencionó que el galardón “no es solo un honor personal, sino, un testimonio de la resiliencia colectiva del pueblo nicaragüense y del compromiso inquebrantable de la Iglesia Católica de Nicaragua por defender la libertad, la paz y la justicia”.

Hoy, ofrezco esta medalla como un tributo al espíritu profético de la Iglesia Católica en mi país. También quiero recordar el extraordinario testimonio de mi hermano, el Obispo Rolando Álvarez, quien ha sido injustamente encarcelado por proclamar la verdad, defender la justicia y caminar con los más pobres. (…) Una vez más esta noche, exijo urgentemente su liberación inmediata e incondicional”, declaró el sacerdote.

“Rolando Álvarez signo de fuerza imperecedera”

Así mismo, señaló que el “compromiso” pastoral de Monseñor Rolando Álvarez, ha sido un signo de “fuerza imperecedera” de la “misión profética de la iglesia católica”, la cual desde 2018 ha sido perseguida y censurada incesante por la dictadura familiar de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

“También me gustaría reconocer el admirable compromiso de la Iglesia Católica en Nicaragua, que actualmente es perseguida por la dictadura. Siempre ha sido un refugio seguro para los pobres y oprimidos y sigue siendo un faro de esperanza en la sociedad”, añadió.

Silvio Báez aprovechó también su discurso para exponer “el coraje” con el cual la ciudadanía de Nicaragua sigue resistiendo y que a lo largo de la historia “ha demostrado una valentía excepcional frente a desafíos inmensos”, como gobiernos opresivos lo que ha llevado a la “lenta erosión de los valores democráticos” hasta su completa desaparición.

“Recibir esta medalla es testigo del coraje de mi pueblo, que continúa resistiendo y perseverando. Me siento honrado de dedicarla a los valientes ciudadanos de Nicaragua, dignos de este prestigioso galardón” continuó.

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Desafíos están lejos de terminar

El religioso resaltó que los desafíos que actualmente enfrenta el país centroamericano “están lejos de terminar”, por lo que alentó a la comunidad internacional, actuar rápidamente para incrementar la presión contra la dictadura del Frente Sandinista quien ha impuesto un Estado policial de facto desde 2019, cometiendo crímenes de lesa humanidad contra la población.

“La comunidad internacional debe actuar rápidamente y de manera decidida para aumentar la presión diplomática efectiva sobre el régimen nicaragüense. Queridos amigos, les insto a apoyar al valiente pueblo de Nicaragua y a sostener la causa de la democracia y los derechos humanos en mi país”, argumento el sacerdote.

Por último, Báez concluyó expresando su más profundo agradecimiento a la National Endowment for Democracy por la honorable medalla que recibió la noche del pasado 14 de octubre y recordando su compromiso como obispo “de estar junto a mi pueblo y continuar difundiendo la luz del Evangelio entre ellos”.

“Ruego a Dios que me conceda, al desempeñar mi humilde ministerio episcopal, la fuerza y la sabiduría para seguir apoyando las aspiraciones de mi pueblo por una sociedad justa y libre. Gracias, y que nuestros esfuerzos compartidos traigan un futuro más brillante para Nicaragua y para todos los que anhelan la libertad y la justicia”, finalizó el vicario.