Por kathia Reyes.

La iglesia católica en Chinandega medió con un individuo que ingresó armado a un templo católico en busca de un sacerdote extranjero.

El trasfondo de lo que parecía un hecho inusual ha develado la historia de adineradas “limosnas” para alcanzar la salvación y la supuesta venta de bienes raíces según ha declarado el agresor.

El caso ocurrió días recientes cuando el sujeto identificado como Azteca López, entró armado al templo de San Antonio a eso de las seis de la tarde cuando en el púlpito se encontraba el sacerdote europeo Boris Tandaric.

La escena causó estupor entre la feligresía, temerosa que López disparara contra el presbítero, mientras Tandaric solo dijo: “Aquí estoy” y luego lo enfrentó preguntándole: “¿Qué quieres?”

La guardia operativa de la Policía Nacional se presentó al sitio poco después del grave incidente pero no se informó de ninguna detención ni de la ocupación del arma, mientras este fin de semana Azteca López, confirmó que no fue encarcelado después de amenazar con su revólver al religioso, por el contrario firmó un acta de mediación.

Tandaric, no fue el único amenazado, también Juan Reynaldo Sánchez Rojas, sacerdote de la parroquia San Agustín quien fue agraviado verbalmente y amenazado físicamente por parte de López, según reza el acta firmada por los involucrados.

Durante la audiencia, Azteca López adujo que su madre Dania Justina Balladares, entregó diez mil dólares a solicitud de ambos curas para necesidades de las dos parroquias: “mi anciana madre entregó el dinero para salvar su alma del purgatorio” declaró en su casa y además les llamó “falsos predicadores”.

La diócesis no se refirió al tema oficialmente. Según fuentes cercanas no hubo acciones legales más drásticas para no causar un mayor daño a nadie, en vista de que ninguna de las amenazas se cumplió.

Del acta de mediación se deslinda que Azteca López Balladares de 69 años, se abstendrá de ofender a los religiosos o acercarse a sus parroquias, mientras los sacerdotes se comprometieron a no acercarse más a la señora Dania Balladares, a quien aclararon sólo brindaban acompañamiento espiritual.

López, es agricultor. Es reconocido por su prédica escandalosa en la que profesa odiar a los ateos. Cada cierto tiempo reúne centenares de personas en las afueras de su casa para regalarles dinero en efectivo.