El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, José Manuel Albares, informó durante una conferencia de prensa este lunes 13 de febrero que “varios” de los desterrados políticos han aceptado la nacionalidad española ofrecida por su país.

“Ya son varios los que han dicho que sí a ese ofrecimiento y estaremos encantados de acogerles lo antes posible, porque esta es su casa, España es su casa, es la casa de todos los que defienden la libertad y la democracia”, dijo Albares en la presentación del “Programa Democracia” de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

El mismo Albares fue quien anunció el pasado viernes 10 de febrero que el Gobierno de su país estaba ofreciendo la nacionalidad española a los 222 presos políticos desterrados de Nicaragua hacia Estados Unidos, después de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo los despojara de su nacionalidad nicaragüenses.

Estas 222 personas estaban detenidas en diferentes cárceles de Nicaragua por manifestarse en contra de la dictadura de Daniel Ortega y fueron enviados a Estados Unidos por una supuesta “decisión unilateral” que tomó el régimen.

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Los presos políticos fueron desterrados la madrugada del jueves 9 de febrero, hacia Washington, la capital de Estados Unidos. El Departamento de Estado de ese país fue el que coordinó el vuelo y la llegada a salvo de todas las personas que estaban en prisión en Nicaragua.

Por el momento, Estado Unidos otorgó 2 años de parole humanitario, además de permiso de trabajo, seguro social, un bono de 300 dólares, teléfono celular con planes pagados, alimentación, atención médica, alojamiento para los que no tienen donde quedarse en ese país, licencia de conducir, y también asesoría para reencontrarse con sus familiares.

De igual manera, se abrió una oficina especial para darle seguimiento a cada uno de los desterrados y atender sus necesidades de manera oportuna.

El Gobierno de España, por su parte, expuso un día después que desterraran a los presos políticos, que estaba dispuesto a otorgar la ciudadanía española a todos ellos. De momento, se desconoce quiénes son los opositores que habrían aceptado la propuesta de España.