El fray italiano Damián Muratori y otros dos laicos fueron citados por la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) en Managua, desde el pasado lunes, y hasta el momento se mantienen desaparecidos.

Fray Muratori es el encargado del Santuario Franciscano El Tepeyac y vicepostulador de la causa de Beatificación del Siervo de Dios, Odorico D’Andrea, en San Rafael del Norte, Jinotega.

Feligreses han denunciado que la noche del domingo 13 de febrero, una patrulla policial llegó a la casa cural de Muratori, en San Rafael del Norte, para llevarle una notificación de la DGME, de que debía presentarse a las 10 de la mañana del lunes en las oficinas centrales en Managua.

Desde entonces, no se sabe nada del fray Muratori ni de su chófer, ni de otra persona que fue con él a su cita en la DGME, la cual se da después de que, en su homilía del pasado domingo, Muratori se refiriera al caso de monseñor Rolando Álvarez, quien se encuentra encarcelado y condenado a 26 años de cárcel en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como “La Modelo”.

El fray Muratori pidió oración por el obispo de Matagalpa y por todos los nicaragüenses. Así mismo, se refirió al destierro de los 222 presos políticos que mantenía Daniel Ortega en las cárceles del país.

Esta no sería la primera vez que el fray Muratori es víctima de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En mayo de 2021, la DGME le canceló al religioso su residencia permanente en el país.

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Muratori tiene más de 40 años de vivir en Nicaragua, exactamente desde el 19 de marzo de 1976. Desde que le quitaron la residencia permanente en 2021, debe ir cada tres meses a la DGME para renovar su estadía.

“Prácticamente en Nicaragua he trabajado 45 años, comencé en la montaña de Matiguás, todavía con Somoza. Después me fui, pero retorné siempre trabajando en la zona del norte, como párroco y director del Santuario donde están los restos mortales del padre Odorico D’Andrea”, relató en su momento el fray Muratori.