El dictador Daniel Ortega dio su primer discurso de 2023 la tarde del 9 de enero durante la instalación del nuevo período legislativo de la Asamblea Nacional controlada por diputados sandinistas. En su intervención, dijo que no habrá liberación de presos políticos y que, en su lugar, todos los detenidos merecen “cadena perpetua”.
Ortega mencionó que a pesar de las “campañas” que han hecho los familiares de los prisioneros políticos para conseguir su liberación, no permitirá que salgan de la cárcel, y aseguró que “ni con cadena perpetua” podrían recompensar por el supuesto daño que, según él, le produjeron a Nicaragua durante las protestas de 2018.
“Estamos viendo cómo actúan con la mayor desfachatez. Aquí, donde se cometieron crímenes, si se captura a los criminales vienen las campañas para que se pongan libres a los criminales”, advirtió Ortega. “¿No les va a caer el peso de la ley? ¿Va a desaparecer la justicia ante los terroristas, ante los golpistas? No. Así como defendemos la paz, tenemos que defender la justicia y la aplicación de la justicia contra los criminales”, dijo Ortega.
La represión a las protestas de 2018 dejó más de 300 muertos en Nicaragua, según las cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y las cuales fueron negadas por Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, limitándose a reconocer únicamente a 199 víctimas mortales, todas supuestamente eran simpatizantes sandinistas y policías.
Sin embargo, Ortega esta vez reconoció que hubo más de 300 personas fallecidas, pero atribuyó sus muertes a los manifestantes opositores. “El imperio conspirando, conspirando y conspirando, invirtiendo millones para provocar el intento de golpe de Estado en abril y fue un golpe de estado sangriento, más de 300 muertos produjo ese intento de golpe de Estado”, aseveró Ortega.
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El temor de Ortega
Por otro lado, el dictador dijo a sus funcionarios que no deben confiarse ya que “los terroristas ahí andan siempre conspirando” y aseguró que tienen financiamiento de Estados Unidos y la Unión Europea.
Por esa razón, Ortega advirtió a sus funcionarios “dormir con un ojo abierto y el otro cerrado porque las alimañas andan por ahí, andan ahí las alimañas”.
Al final de su discurso, Ortega saludó a los miembros de su gabinete y destacó la labor de algunos de ellos, como el viceministro de Gobernación, Luis Cañas, de quien mencionó que llama a medianoche para controlar los movimientos migratorios en el país, e incluso, de quienes se van por puntos ciegos.
De igual manera, destacó el trabajo de su esposa Rosario Murillo, y recalcó en que “ella ejerce funciones de presidenta”, porque “aquí lo que hay es una copresidencia”, mencionó el dictador.
Las palabras de Ortega refiriéndose a Murillo, se dan nueve días después de que la pareja dictatorial protagonizará una discusión en público y que Murillo dejará solo a Daniel Ortega antes de presidir un acto público.