La dictadura de los Ortega- Murillo busca hacerse del control social y ejecuta una estrategia de tierra arrasada y avanza con las expropiaciones, expresaron a DaríoMedios Internacionales dos opositores que están dentro de Nicaragua.

Un claro ejemplo es el cierre y decomiso de la escuela de negocios Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), es la última usurpación de una acometida que Daniel Ortega mantiene desde finales del 2018, señalaron los opositores.

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Por su parte el organismo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más, hasta el 21 de agosto pasado informó que la dictadura tenía ejecutadas 3,381 confiscaciones, de las cuales 34 eran universidades y asociaciones universitarias.

UCA
Dictadura avanza en el control social mediante las necesidades del pueblo, sostienen opositores 4

Asimismo, el Colectivo determinó que la mayor parte de las anulaciones se hicieron contra organismos de promoción y desarrollo social (554) y la mayoría se dieron el año pasado con 3,108 casos.

Según el cálculo del organismo no se incluyen las confiscaciones de los últimos dos meses, entre ellas la Universidad Centroamericana (UCA) y el INCAE.

Control social a través de La Gaceta

El organismo de derechos humanos, sostiene que el esquema que está usando el régimen para las confiscaciones es la publicación en La Gaceta, Diario Oficial, de un acuerdo del Ministerio de Gobernación (MIGOB).

La dictadura Ortega- Murillo hasta agosto del año pasado 2022, llevó a cabo expropiaciones de organismos a través de la Asamblea Nacional, absolutamente controlada por la pareja dictatorial.

Por su parte el opositor y jurisconsulto Eliseo Núñez Morales dijo a un medio internacional que la clausura de los Organismos no gubernamentales, entre ellos, centros educativos y los que prestaban ayudas sociales, es para convertir al régimen en el principal proveedor de servicios de educación, salud y otros bienes públicos.

“La dictadura avanzó en el control social mediante las necesidades de la población, declaró Núñez Morales”.

“No vas a poder estudiar si no tenés un aval de los dictadores, no vas a lograr servicio de salud si no tenés un aval político y ni conseguir un crédito diferente a los bancarios, si no es a través de ellos.

Igual con la vivienda. Todo esto conlleva a un control social manipulando necesidades”, exteriorizó, desde el exilio, Eliseo Núñez Morales.

Igualmente, un sociólogo nicaragüense que pidió no ser identificado por seguridad, afirmó que Ortega emplea “una política de tierra destruida” en busca del control absoluto en Nicaragua”.

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Adiciona que el régimen busca con las confiscaciones obtener recursos para mantener una política prebendaria entre sus partidarios a través de la distribución de lo saqueado.