El presidente de Colombia, Gustavo Petro, podría ser el mediador entre la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y El Vaticano para tratar de solucionar la crisis de persecución religiosa que existe en Nicaragua, y que ha provocado el exilio de más de 200 religiosos, entre obispos, sacerdotes, seminaristas y laicos.
Y es que el mandatario Petro sostuvo este viernes una reunión de 35 minutos con el papa Francisco en El Vaticano y a su salida reveló que, entre otros temas, puso a disposición del pontífice “los buenos oficios de Colombia” para interceder en la crisis de libertad religiosa que padece Nicaragua.
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“Hablamos del tema nicaragüense. Colombia puede poner sus buenos oficios en un tema de altercado que hubo, muy profundo”, manifestó Petro.
De igual manera propuso al papa Francisco aprovechar las reuniones pactadas entre Colombia y Nicaragua sobre el cumplimiento del fallo de La Haya para mediar por la crisis de persecución religiosa, “es un tema que vamos a hablar”, agregó Petro.
Presidente de Colombia se ofrece como mediador días después de la expulsión de religiosos de Nicaragua
El pasado 14 de enero la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró de Nicaragua a un grupo de 19 religiosos que se encontraban detenidos de manera ilegal en diferentes sistemas carcelario del país, y supuestamente señaló que fue un dialogo entre El Vaticano y su régimen el hecho de esta excarcelación.