Brujas de Diriomo atraen a turistas de todo el mundo

Diriomo es un pequeño pueblo situado a media hora al suroeste de Granada, una ciudad con una gran cantidad de encanto colonial donde visitantes extranjeros llegan en busca de brujas de verdad.

Carla Correa es habitante de Diriomo, y su abuela se dedicaba hasta 2020 a leer las cartas del Tarot, pero tras fallecer, ella le siguió los pasos y cobra 10$ por sesión. Es así como Carla se gana la vida y asegura que el número de turistas que buscan brujas ya sea por curiosidad o no, se duplicado en los últimos años, a unos 15-20 por mes.

Es común que los estadounidenses se disfracen para Halloween, lleven a los niños a pedir golosinas y cuentan historias sobre fantasmas y brujas. Pero en Nicaragua, algunos pobladores y turistas curiosos buscan brujas reales y vivas, o brujos, que afirman ser capaces de lanzar hechizos a las personas y curar todo tipo de dolencias, incluida la impotencia, la calvicie masculina y más.

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Diriomo es un lugar tranquilo que cobra vida una vez al año para su festival en la que los participantes se golpean entre sí con penes de toro secos. Las calles del poblado parecen ser cubiertas por una neblina cada anochecer y los supersticiosos alegan que eso es debido a la brujería que ahí se practica.

La casa-oficina de Carla está llena de papeles, carteles religiosos, mariposas de cerámica, pociones y restos variados, aunque ella alegue que solo lee el tarot. Incluso, Ella dijo que su abuela la curó de los ataques de ansiedad que padeció por varios años. “Ella (mi abuela) vio que yo tenía afinidad con las artes mágicas y decidió enseñarme el oficio”, expresó.

“”La gente viene de todo el mundo a verme”

Carla asegura que la mayoría de sus clientes vienen a ella para curar dolencias, lanzar hechizos o para adivinar el futuro, pero ella se limita a decirles que solo lee el futuro.

Sin embargo, aceptan el uso las las medicinas naturales para hacer alguna “limpia”.

“Yo estoy aprendiendo a curar con plantas, hierbas y cosas por el estilo. A los clientes les doy un baño especial con estas cosas y rezo por ellos”, explicó.

Correa señaló que cobra por los baños entre 500 y 1000 córdobas por persona, y si es extranjero, el precio oscilaría hasta en 500 dólares. “Ellos tienen más reales, y yo cobro dependiendo de los recursos económicos que tenga el cliente”, añade.

Diriomo y el resto de Pueblos Blancos, cuyos nombres es por el color blanco puro de sus iglesias compiten por este mercado, mientras el resto de la población se dedica a oficios varios.

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Un sociólogo consultado por Darios Medios, expresó que este tipo de trabajos es algo arraigado en la cultura y muchas veces mal visto por la sociedad, por lo que aconseja a tener precauciones al momento de consultar a los practicantes de magia, pues muchas veces “el mal está de por medio” y la gente por lo general busca hacer maleficios contra algún enemigo, pero también están las personas que creen solamente en el poder de Dios, por lo que es válido respetar las creencias urbanas”, manifestó.

La mayoría de los nicaragüenses pueden decir y recomendar a los turistas a viajar a Diriomo para consultar a las brujas o simplemente verlas, pero cuando si de pedirles que presenten una bruja o brujo, casi todos se niegan, quizás por miedo o por respeto a ese mundo de lo oculto.