Definida como una joven con unas cualidades de buenos valores, una hija ejemplar, con buenos sentimientos, muy humana. Ella era Cinthya Scarlata López Blanco, nunca olvidada por su familia, su recuerdo quedó en el marco de una fotografía donde sale sonriendo. Sus últimas palabras quedaron martillando en la mente de su madre doña Rosario Blanco.

“No se preocupe mamá, deme permiso, va a ser un ratito nada más”, así se dirigió la joven de 18 años a su madre a través del hilo telefónico, pidiendo permiso porque quería participar de la fiesta de despedida de año de la empresa Fogel, el 27 de diciembre de 2001, cuya empresa la había contratado como recepcionista.

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Esa noche fue la última vez que la vieron con vida sus compañeros de trabajo, pues la Policía en ese entonces a través de una investigación, determinó basada en pruebas periciales, documentales y testimoniales, que el sujeto Carlos Andrés González González de 21 años, conductor de dicha empresa, era el principal sospechoso de privar de la vida la joven.

Noche fatal para Cinthya Scarlata López

Una vez que doña Rosario accedió a darle el permiso, muy contenta y como todo una mujer llena de energía, bailó, rio y celebró con sus compañeros de trabajo en el restaurante Majaval de Managua. Sus compañeros la describieron como una muchacha hermosa, educada, a su mamá le prometió que llegaría esa misma noche.

La idea es que el chofer de la empresa, el sujeto González la fuera a dejar hasta Granada, donde la esperaba su madre. El hombre primero fue a dejar a parte del personal y cuando el reloj marcaba las 9: 30 de la noche, Cintya se montó en la camioneta y partieron para Granada, tomando la pista Suburbana, al sur del barrio San Judas. En ese trayecto al parecer el sujeto quiso abusar de ella hasta que la mató. En la camioneta la Policía encontró rastros de sangre y parte del cabello arrancado a la joven.

La madre de la muchacha al percatarse que su hija no había llegado a casa, recurrió a la Policía para darla por desaparecida el 28 de diciembre de ese año, hasta que le dieron la notocia de que su hija fue encontrada sin vida.

Carlos
Carlos González González, prófugo de la justicia en Nicaragua.

Estrangulada y enterrada

Cinthya Scarlata fue encontrada semienterrada a la orilla del muro de una quinta en Valle Gotel, que conduce hacia Las Jagüita, en el reparto Schick de Managua. El cuerpo estaba en estado de descomposición, debajo de un cúmulo de tierra donde se podían apreciar sus pies sin zapatos, se desconoce si fue abusada.

Las investigaciones determinaron que el matón la agarró a golpes, luego la tomó con ambas manos por el cuello haciendo un movimiento de quiebre (hacia delante y atrás), mientras la víctima era asfixiada, en la desesperación por sobrevivir Cintya rasguñó la cara de su agresor y lo salpicó de sangre.

Tras la investigación, Carlos Andrés González González, fue citado por el comisionado Sergio Gutiérrez, entonces jefe del distrito Cinco de la Policía, puesto que fue el último en verla con vida, según los testigos. El sindicado desapareció como por arte de magia. No respondió ante las autoridades y salió huyendo del país, presuntamente hacia Guatemala. En un juicio en ausencia donde fue hallado culpable en 2003, fue sentenciado a 30 años de prisión. Hasta la fecha se desconoce su paradero.