Según las estadísticas nacionales, en Nicaragua cerca del 10% de la población mayor de 60 años padecen de demencia, es decir, unos 50 mil adultos mayores viven con la enfermedad.

Entre las principales afectaciones que presentan estas personas están el deterioro de su calidad de vida, descuido de la higiene personal, y mayor riesgo a sufrir accidentes.

El doctor Carlos Sáenz, del MINSA, mencionó que algunas enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y algunos hábitos no saludables como el consumo de alcohol y el tabaquismo, son factores de riesgo que pueden contribuir a cuadros de demencia después de los 60 años.

“Actualmente el enfoque de la enfermedad de alzhéimer va justamente hacia la prevención y el diagnóstico temprano de esta enfermedades. (Hay) mecanismos para hacer diagnósticos tempranos de esta enfermedad para poderla identificar y en consecuencia por dar manejo y tratamiento de estas personas”, explicó el doctor Juan Aguilar, especialista en neurogeriatra, de México, que participa en un foro sobre este tema en nuestro país y remarcó que para estas enfermedades no se ha encontrado cura.

El experto agregó que las enfermedades asociadas con la demencia se ha posicionado entre las primeras 10 casusas de mortalidad. Por esa razón es importante desarrollar capacitaciones para atender de mejor manera a los pacientes, e identificar los síntomas de manera temprana.