CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las autoridades mexicanas elevaron el lunes a 17 el número de muertos en un ataque contra una prisión estatal en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso (Texas), una operación que parecía diseñada para liberar al líder de una banda local. Veinticinco reclusos escaparon tras el ataque.

Otras dos personas murieron en la ciudad durante una persecución con policías locales en lo que las autoridades consideraron como una posible maniobra de distracción justo antes de iniciar el ataque a la cárcel. 

Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad, indicó que 10 de los muertos eran guardias de la prisión atacados por hombres armados que llegaron el domingo temprano en vehículos blindados y dispararon tanto en la entrada de la cárcel como dentro de algunos dormitorios.

Rodríguez identificó a los reos que escaparon como miembros de la banda de los Mexicles, a la que asoció con el cártel de Caborca, un grupo criminal que estuvo liderado por el narcotraficante Rafael Caro Quintero, recapturado en julio y pedido en extradición por Estados Unidos.

Entre los fugitivos estaba el líder de los Mexicles, agregó la funcionaria. Otras 15 personas resultaron heridas, entre ellos un guardia.

Las autoridades lograron detener posteriormente a cinco de los presuntos participantes en la evasión.

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El Secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, explicó que los soldados y la policía estatal que retomaron el control de la prisión encontraron 10 celdas “VIP” equipadas con televisores y otras comodidades. En una de ellas había incluso una caja fuerte llena de dinero.

Las autoridades también encontraron cocaína, metanfetamina, heroína, fentanilo y marihuana en el interior de la cárcel. 

En agosto, un motín dentro de la misma prisión estatal, que tiene casi 4.000 presos, se extendió a las calles de Juárez con una violencia que dejó 11 muertos. 

En ese caso, dos reclusos fueron asesinados dentro de la prisión y, a continuación, presuntos miembros de una banda empezaron a tirotear la ciudad, matando incluso a cuatro empleados de una emisora de radio que estaban haciendo una promoción en un restaurante.

La violencia es frecuente en las prisiones mexicanas. Regularmente estallan enfrentamientos entre reclusos de bandas rivales que, en lugares como Juárez actúan como células de los grandes cárteles de la droga.