Un grupo de sacerdotes nicaragüenses que tuvieron que salir al exilio debido a la represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, divulgaron un mensaje en ocasión de las fiestas navideñas y de fin de año, y en el cual instaron a los nicaragüenses “a no perder la esperanza y no caer en la desilusión”.
Los sacerdotes mencionan en su mensaje que la población debe seguir fuerte a pesar de estar experimentando en carne propia “el temor, soledad, incertidumbre, bajo la represión y el sometimiento injusto de un sistema cruel”.
“Alzamos la voz, por los sin voz, por los más de 200 presos de conciencia, incluyendo a nuestros hermanos sacerdotes, quienes lo único que hicieron fue soñar por una patria donde se respetara: la libertad, la justicia, la democracia, derechos humanos y un nuevo país en donde todos nos miráramos como hermanos”, mencionan los religiosos.
En su mensaje, los sacerdotes también resaltan en que “animamos a todo el pueblo católico de Nicaragua, en especial a los feligreses de nuestras parroquias donde servíamos, a no perder la esperanza y no caer en la desilusión. Dios siempre puede más”.
Los sacerdotes exiliados no olvidaron a monseñor Rolando Álvarez, quien forma parte de los presos políticos que mantiene la dictadura de Daniel Ortega. Los religiosos expresaron su cercanía con la familia de Álvarez y de los otros 10 sacerdotes que permanecen en las cárceles de la dictadura.
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“Sabemos que se han sentido solos”, pero “no lo están”, señalan los sacerdotes. “Sabemos de su dolor y lágrimas, por el injusto encarcelamiento de sus familiares. Ese dolor es asociado al de la virgen, que de manera incruenta también sentía el dolor, pero supo callar y esperar el tiempo perfecto de Dios”, señalan
De igual manera, los sacerdotes dijeron a los miles de nicaragüenses que están saliendo del país que “les invitamos a verse reflejados en la Sagrada Familia de Nazareth, que fueron los primeros en huir al exilio para salvaguardar su vida y libertad de quienes le buscaban para matar al Niño Jesús”.
“Dios no nos decepciona y siempre está con nosotros”, señalan en el documento y agregan que “es posible el bien, la bondad y la verdad y la justicia, como caminos que nos acercan a Belén”.