Es habitual que el principal programa de noticias de la televisión estatal rusa proclame los éxitos del Kremlin cada semana. Pero la edición del domingo abrió con una rara admisión.

“En el frente de la operación especial [en Ucrania], esta ha sido la semana más difícil hasta ahora”, dijo el presentador.

“Fue particularmente difícil a lo largo del frente de Járkiv, donde luego de un ataque de las fuerzas enemigas que superaban en número a las nuestras, las tropas [rusas] se vieron obligadas a abandonar las ciudades que habían liberado previamente”.

Dmitry Kiselev.

Moscú había ocupado dichas áreas hace meses, pero después de una contraofensiva relámpago del ejército ucraniano, las fuerzas rusas han perdido un territorio considerable en el noreste de Ucrania.

Después de todo, durante más de 20 años, Putin, dentro de la élite rusa, disfrutó de la reputación de ser un ganador; por siempre lograr salir de los lugares más estrechos; en definitiva, por ser invencible.

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Por ahora, no hay señales abiertas de pánico en el Kremlin. La televisión estatal rusa suena más positiva. Ha estado describiendo los ataques con misiles rusos en la infraestructura energética de Ucrania como “un punto de inflexión en la operación especial”

El presidente de Rusia todavía parece creer que, como esa noria, su “operación especial” girará a su favor.

Tomada de BBC News