HUEHUETENANGO, Guatemala (AP) — Ya con los rayos del sol sobre ellos, la veintena de policías y fiscales incursionó en la finca en una zona montañosa del norte de Guatemala cerca de la frontera con Mexico y encontró a su objetivo dormido.

En un cuarto de la única vivienda de cemento de la finca, la policía localizó y despertó a Felipe Diego Alonzo, un guatemalteco que asegura ser sembrador de cebollas, pero que para el gobierno es el líder de una importante red de tráfico de migrantes sobre el que pesa una orden de extradición a Estados Unidos.

La detención el martes de Alonzo en la localidad de Huehuetenango fue parte de una inusual operación en cuatro provincias de Guatemala para desmantelar una red de traficantes, o “coyotes”, que según las autoridades ha realizado al menos 11 operaciones de envío de migrantes a Estados Unidos, lo cual les ha dejado al menos dos millones de dólares desde 2019.

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