Quiero compartirles la realidad de Masaya, la que se vio hoy (ayer) desde una barricada, no detrás de un teléfono, quiero narrarles y pedirles de antemano que compartan mi escrito, por honor a nuestros caídos y sobre todo por honor a la verdad.

 

Después de varias semanas sin dormir, hoy (ayer) 19 de junio amanecimos con el repique de las campanas, las pailas sonando, las sirenas de bomberos y las redes publicando verdades y mentiras.

 

Cerca de 600 armados, entre policías, militares del ejército y Partidarios gubernamentales armados contratados para matar y aterrorizar se dispusieron a entrar a Masaya, por la carretera principal, al llegar al Coyotepe comenzaron a disparar a quienes buscaban rutas para llegar a sus trabajos.

 

Botaron tres barricadas para llegar a la Rotonda San Jerónimo, ahí tomaron la calle principal de acceso y se enfrentaron a unos 200 pobladores, que con morteros, piedras y tiradoras o huleras se defendían, Se sumaron más, cada barrio, cada calle…. replegaron a punta de balas a Calle Limón, mientras ellos avanzaban dejando muerto a don Marvin y heridos a una decena.

 

Y así siguieron su desfile, pero no les fue fácil, un ejército armado hasta los dientes contra un pueblo armado de patriotismo tuvo que luchar 7 horas para avanzar 12 cuadras que hay desde la rotonda al cuartel, solo tomaron 2 calles, no pudieron entrar a los barrios, sus barricadas ahí siguen intactas, inmutables. En esas 12 cuadras asesinaron a 6 e hirieron a 43, por la misma calle que entraron, salieron con su “héroe rescatado” el que no pudo vencer al pueblo.

 

Los barrios que dieron la batalla fueron los barrios del norte, centro y sus periferias, todos, menos uno…. El histórico y aguerrido pueblo de Monimbó, ellos quedaron en Olinto Valle esperando lo que nunca llegó, el ataque.

 

La historia tendrá que contarse completa, cerca de 600 hombres lucharon 7 horas contra un pueblo desarmado para avanzar únicamente 12 cuadras al rescate de un “héroe” que tuvo que pedir refuerzos, un plan de rescate, porque creyó que Masaya era territorio del FSLN, pero no, es territorio indígena, en cada cuadra, en casa calle, en cada barricada.

 

Nada que celebrar para el gobierno, esta es para ellos la gesta de la vergüenza, hoy supieron de la bravura, hoy saben que, para botar todas las barricadas, se necesitan 3000 hombres armados y una semana de metralla y un centenar de muertos.

 

Hoy el mundo vio reír a los “centinelas de la alegría del pueblo”, mientras una esposa y una suegra pedían ayuda para rescatar a mi amigo Marcelo de la calle donde su alma se hizo fuerza y alimento.

 

Masaya sigue de pie, mientras los mercenarios celebran la GESTA DE LA VERGUENZA.

 

Que se rinda tu madre porque Masaya sigue en pie, y la última página de esta historia no se ha escrito, pero algo está asegurado, lleva un nombre: MASAYA.

 

Autor no indentificado.