El sacerdote Uriel Vallejos, párroco de la iglesia Divina Misericordia de Sébaco, de la Diócesis de Matagalpa, respondió a través de su cuenta de twitter a la acusación que hizo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en su contra el pasado 13 de diciembre.

El padre Vallejos dijo que “solo a los delincuentes se les persigue. Y los delincuentes están en el poder girando orden contra los demás, escudados en su aparato represor”. La dictadura de Daniel Ortega considera a Vallejos como un “prófugo de la justicia” y giró una orden de captura internacional con la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol).

“Sería de mucho agradecimiento a la Interpol que capture a los delincuentes que desgobiernan Nicaragua”, resaltó Vallejos, a quien el régimen lo incluyó el día de ayer en la misma acusación contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa.

Por otro lado, el sacerdote advirtió a la dictadura de Ortega que “su poder no es eterno, caduca; pronto los veremos en la miseria a ustedes y sus secuaces. No hay palabras en jerga nicaragüense, para llamarlos; celebrando la Purísima, hoy acusado a un hijo de la Virgen María”.

Tanto a Vallejos como a monseñor Álvarez, la dictadura los señala de los supuestos delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas”, los mismos cargos por los que ha condenado a varios de los presos políticos que mantiene la dictadura en las cárceles del país.

Vallejos, se encuentra exiliado por la persecución del régimen de Ortega contra la Iglesia Católica desde el pasado mes de septiembre, luego de permanecer los primeros tres días del mes de agosto bajo asedio y encierro policial en la casa cural de su parroquia en Sébaco.

El 4 de agosto el sacerdote fue trasladado por la Policía al Seminario Interdiocesano de Nuestra Señora de Fátima, en Managua, en donde permaneció detenido hasta que logró burlar la vigilancia policial y salió del país, para evitar ser encarcelado por la dictadura que sigue ensañándose contra la Iglesia católica.

Mientras tanto, monseñor Álvarez si fue detenido por la Policía y los medios de comunicación oficialistas publicaron dos fotografías del jerarca católico en los Juzgados del Distrito Penal de Audiencias de Managua.

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Al obispo se le nombró un abogado defensor de oficio, se le decretó arresto domiciliario y se programó audiencia inicial para el 10 de enero de 2023.

Monseñor Álvarez es el primer obispo arrestado y acusado por la dictadura de Daniel Ortega, además de los otros nueve sacerdotes que ya han sido procesados por supuestamente cometer delitos de índole político, y otros dos ya cumplen condena por supuestos delitos comunes.