Recientemente monseñor  José Antonio Canales, de la Diócesis de Danlí El Paraíso, en Honduras, confirmó  que al menos 50 sacerdotes nicaragüenses han solicitado refugio en los países vecinos de Honduras y Costa Rica, para salvaguardar sus vidas y su seguridad, ante la persecución y asedio del régimen Ortega- Murillo, a la Iglesia Católica de Nicaragua.

“Los religiosos dijeron que no están  a favor de las acciones arbitrarias e injustas de irrespeto absoluto a la Iglesia Católica por parte de la administración sandinista”, dijo el obispo a un diario hondureño.

Los clérigos sostienen que la administración quiere enviar a la cárcel a todos los jerarcas que no estén alineados a su discurso o apoyo a su régimen.

Por su parte la defensora de Derechos Humanos y exiliada política del régimen sandinista, María Haydeè  Castillo, mantiene  que el régimen de Daniel Ortega ha pasado por diferentes etapas de represión hacia al pueblo de Nicaragua, desde el control de las calles, la  opinión pública, expulsión de defensores Derechos Humanos y a la prensa independiente.

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“Ahora Ortega y Murillo quieren controlar el último espacio que nos quedaba, la Iglesia Católica, porque se ha ubicado al lado del pueblo oprimido desde la rebelión de abril 2018”.

Castillo sostiene que la “dictadura orteguista”,  quiere tener  un control no solo de lo económico y libertades de expresión, de movilización, sino también hasta la libertad espiritual donde cada nicaragüense pueda profesar su religión, sostuvo Castillo.

Castillo afirma que tiene información que los operadores del orteguismo están visitando a los familiares de los sacerdotes, y los laicos que trabajan muy cerca de la iglesia, para intimidar y asediar  a los fieles católicos, alertó.

La persecución, asedio, cárcel ya no es solo contra la oposición, Ortega está enfrascado en una lucha frontal  contra todo el pueblo de Nicaragua, asegura la activista de Derechos Humanos.