Cuando los católicos de Nicaragua celebran a la Inmaculada Concepción de María, Monseñor Silvio Báez, elevó una emotiva plegaria a María, madre de Dios, por la libertad de Nicaragua. 

“Estas palabras son una súplica amorosa, le pedimos a la Virgen que escuche el clamor de sus hijos y los proteja con su manto salvador” dijo el religioso desde su exilio en Miami.

“No somos huérfanos” 

Silvio Báez, considera que en Nicaragua se percibe un momento de orfandad porque quienes deberían procurar el bien no lo hacen “deberían velar por el bienestar y cuidar nuestro futuro pero se han convertido en productores de lágrimas, artesanos de terror y destructores de la dignidad humana” dijo Monseñor Báez, en una clara alusión al régimen de Ortega y Murillo, que cobró la vida de al menos 350 personas desde el 2018 según organizaciones de Derechos Humanos y que mantiene presos políticos a más de 200 personas. 

Ante la crisis política que vive el país y la violenta represión del régimen, el religioso llamó a confiar en el poder de la oración “Aunque parezca que nuestra historia va a la deriva y a merced de ambiciones, mezquindades y violencia, recordemos que somos un pueblo con madre. No somos huérfanos. Tenemos una madre que nos ama y una madre nunca abandona a sus hijos.” afirmó el religioso a través de su canal en YouTube.

Oración por los presos políticos

Monseñor Silvio Báez, no olvidó orar por miles de migrantes que han emprendido su viaje a Estados Unidos a través de rutas irregulares y peligrosas. Clamó también por los reos de conciencia que soportan tratos crueles “Hombres y mujeres admirables, quienes por soñar y luchar por un país justo y libre han sido privados de su libertad por un sistema desquiciado y cruel”. 

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El mensaje de Báez llega al pueblo nicaragüense en medio de una crisis política que se prolongó ya cuatro años y que se ensaña también en contra de la Iglesia Católica. “Virgen María este tu pueblo que te ama y grita en todos sus rincones con alegría ¡María de Nicaragua, Nicaragua de María!” fue parte del clamor de Báez.