El cáncer de páncreas presenta la menor tasa de supervivencia asociada a cualquier neoplasia, de solo un 2-10% a los cinco años del diagnóstico. Y es que los tumores de páncreas se encuentran rodeados de una capa de tejido conjuntivo –o ‘estroma’– que, cual coraza, dificulta, y mucho, que los fármacos quimioterápicos puedan alcanzar su objetivo. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Garvan de Investigación Médica en Sídney (Australia), en el que se muestra una nueva estrategia terapéutica en ‘dos pasos’ para superar esta barrera y, así, mejorar la efectividad de los tratamientos ya disponibles.

Concretamente, el nuevo estudio, publicado en la revista «Science Translational Medicine», describe una terapia secuencial –administración de un fármaco que ‘ablanda’ y ‘permeabiliza’ el estroma que rodea al tumor y, a continuación, de la quimioterapia estándar frente al cáncer de páncreas– capaz de duplicar la supervivencia en modelos animales –ratones– y de reducir de forma muy significativa la incidencia de metástasis –esto es, la expansión y colonización del tumor a otros órganos.

Como explica Paul Timpson, co-director de la investigación, «el cáncer de páncreas se asocia a una pobre tasa de supervivencia a los cinco años. Además, esta tasa, de solo un 7%, apenas ha cambiado en los últimos 40 años. Y es que el tratamiento estándar para el cáncer de páncreas inoperable es solo moderadamente efectivo a la hora de incrementar esta supervivencia. Y en este contexto, nuestro equipo, junto a investigadores de todo el mundo, se ha inspirado en el objetivo internacional de duplicar esta tasa para el año 2020. Por tanto, resulta especialmente emocionante que hayamos podido alcanzar este objetivo en modelos preclínicos».

Dos pasos

El páncreas, tal y como sucede con el resto de órganos, se encuentra rodeado por el ‘estroma’, es decir, por una estructura de tejido conjuntivo y vasos sanguíneos que actúan a modo de armazón. Así, y cuando se desarrolla un tumor –ya sea en el páncreas o en cualquier otro órgano–, este se encuentra asimismo delimitado por este estroma. Un aspecto crucial dado que para acceder a las células malignas, el tratamiento tendrá en primer lugar que superar el estroma –lo que parece resultar especialmente difícil en el caso del cáncer de páncreas.

Así, el objetivo del nuevo estudio fue evaluar una estrategia terapéutica que facilitara el acceso de la quimioterapia que ya se está empleando frente al tumor. Y para ello, los autores utilizaron tanto modelos animales como cultivos de células de cáncer de páncreas humanas a los que, en un primer paso y durante únicamente tres días, administraron un fármaco denominado ‘Fasudil’. Y exactamente, ¿qué hace este ‘Fasudil’? Pues es un inhibidor de la proteína ROCK, que típicamente actúa en las células del estroma para hacerlo más rígido y facilita así la progresión de la enfermedad.