El tercer informe de la misión de Naciones Unidas afirma que se cometieron crímenes de lesa humanidad por las directrices del presidente Nicolás Maduro.

A un lugar conocido como “el cerro”, a 30 minutos en carro de la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Caracas, se llevaba a los detenidos, todos con capucha, se les daba una pala y se les obligaba a cavar lo que serían sus tumbas. Luego los funcionarios simulaban dispararles echando unos tiros al aire.

Este lugar y otros 16 galpones, quintas, terrenos o sedes de ministerios han sido usados como centros clandestinos de tortura por los organismos de inteligencia en Venezuela, tanto civiles como militares, según revela el tercer informe de la Misión Independiente de Determinación de los Hechos ordenada por las Naciones Unidas, presentado este martes. 

“Nuestras investigaciones y análisis muestran que el Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual. Estas prácticas deben cesar inmediatamente y los responsables deben ser investigados y procesados de acuerdo con la ley”, declaró Marta Valiñas, presidenta de la Misión de investigación de la ONU.

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El nuevo informe describe patrones y modos de actuación de un sistema de persecución de disidentes del Gobierno de Nicolás Maduro con base en 122 casos ocurridos en 2017, 2018 y 2019 –los años de más detenciones– para los que hablaron con víctimas, testigos y exfuncionarios de los organismos de inteligencia.

Los funcionarios con más menciones en el informe, sin embargo, son Iván Hernández Dala, director de la DGCIM y jefe de la casa militar que custodia a Maduro y, Gustavo González, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia, respectivamente, que han resistido por años la rotación en los altos cargos militares y las denuncias ya conocidas de violaciones a los derechos humanos sin ser removidos de sus cargos.

Tomado de El País.