Una familia completa conformada por cinco personas, el conductor de un bus y ahora una mujer, integran la lista de nicaragüenses que encontraron la muerte de forma violenta en las últimas semanas en Guatemala. 

Estos crímenes han ocupado titulares sobre todo en noticias de sucesos, reportadas por medios de ambos países.

Familia nica fue acribillada 

En una escena dantesca encontraron los restos de cinco personas que fueron acribilladas. Todos pertenecían a una misma familia. Los hechos ocurrieron en una aldea conocida como Sansuque, del municipio de Atescatempa, Jutiapa, en Guatemala. edios de comunicación guatemaltecos, reportaron que vecinos del sector sentieron un hedor fétido que provenía de la casa.  

Eran los cuerpos ya en descomposición, luego de varios días fallecidos. Allí reconocieron los cuerpos de Yamilet del Carmen López (sin edad), los adolescentes Martín López, de 15 años; Irene Aguilera López, de 17 y un hombre que no identificaron, de aproximadamente 35. El crimen hasta hoy sigue impune. No se estableció el móvil de la masacre, ni se identificó a los autores.

Conductor de bus fue abatido 

Pablo Obando Dávila, de 64 años, conducía un bus de “Transporte Jessenia” en una excursión de Nicaragua hacia Guatemala. El bus llevaba a nicaragüenses que seguían la ruta hacia Estados Unidos.

Obando logró llegar hasta la ruta El Atlántico, km 4.5 zona 17, después del puente Belice, cuando dos individuos vestidos de negro a bordo de una motocicleta color negra rafaguearon el bus y dispararon contra el chófer.

Obando Dávila, originario del departamento de León habitaba en el reparto William Fonseca. Los disparos impactaron en su tórax y cráneo. Sus restos fueron repatriados y su familia, logró darle el último adiós en su tierra natal.

Sandra Cuadra, la viuda del conductor, escuchó varias versiones de lo acontecido. Entre estas que confundieron el bus o que Obando se habría negado a pagar peaje a organizaciones delincuenciales que mantienen control sobre las carreteras guatemaltecas. “Cualquier cosa que ocurriera, mi esposo no merecía morir de esa forma”, dijo Cuadra a medios locales.

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Heysell Varela
Heysell Noemí Varela Picado de 40 años.

Ultimada en la vía pública

Heysell Noemí Varela Picado de 40 años, es la última nicaragüense ultimada a balazos. El cuerpo de Varela fue abandonado en Paseo San José, Villa Nueva, Guatemala.

Heysell, supuestamente fue asesinada cerca de su centro de trabajo y   familiares pidieron que su pareja actual, fuera investigado. “El novio dijo que no andaba con ella porque está trabajando en la frontera norte guatemalteca y le piden que compruebe que es así” dijo una fuente cercana a la familia.

La joven era originaria de la comunidad Sagrada Familia, municipio de Somotillo, norte del departamento de Chinandega. Allí quedaron sus hijos al cuido de parientes cuando ella migró en busca de trabajo. Sus restos serían repatriados en las próximas horas.

En junio de este año también fue repatriado el cuerpo de la joven Jennyfer de Los Ángeles Tórrez, originaria de Rivas. La joven de 27 años fue acribillada por motociclistas cuando circulaba en la vía pública.

No hay escapatoria de la violencia en Guatemala

El asesinato de nicaragüenses también es asociado a la violencia incontenible en el territorio guatemalteco. Los crímenes anteriormente descritos han quedado impunes hasta hoy. La distancia también dificulta la búsqueda de justicia pues no hay familiares que den seguimiento a las investigaciones policiales.

“En mi experiencia los nicaragüenses se ven involucrados en un hecho violento por complicidad o porque los extorsionaron. Se observa mucha presencia de nicas que pasan por aquí queriendo alcanzar el sueño americano. Muchos quedan varados en este país sin documentación, con empleos difíciles o en búsqueda de refugio” dijo un periodista que prefirió no identificarse porque cubre notas rojas a diario en el vecino Guatemala.

Observatorios de violencia indican que en este 2022, los homicidios se incrementaron un 15,91 por ciento en Guatemala en relación con el mismo periodo de 2021.

Solo en agosto de este año se registraron 359 asesinatos, es decir casi 12 a diario, y 239 de ellos fueron perpetrados con arma de fuego. Del total de asesinatos en Guatemala durante 2022, 1 mil 848 casos (el 64 %) fueron cometidos con arma de fuego, según el informe oficial.

Los asesinatos de mujeres también se incrementaron durante 2022 en comparación con 2021, específicamente en un 4.4 %, esto incluye a mujeres migrantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses.