La organización hondureña defensora de los derechos de las mujeres (CDM), informó que 240 mujeres hondureñas fueron asesinadas en el primer semestre del año pasado 2023.

Agregó, que hubo un aumento de 151 víctimas, en comparación con el mismo período de 2022.  “94 féminas fueron ultimadas de manera violenta en el período señalado.

De igual forma, la agrupación feminista indicó que el 60 % de las víctimas, 144 mujeres, sucumbieron a causa de heridas de arma de fuego utilizadas por los criminales.

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Mientras el observatorio nicaragüense de violencia machista de la organización católica por el Derecho a Decidir, (CDD), registró de manera extraoficial, 50 femicidios en el primer semestre de 2023. Como resultado de la violencia machista.

“Catorce de las víctimas fueron ultimadas en el extranjero”, según el organismo.

El 36 % de los agresores, es decir 18 hombres, eran parejas de las víctimas al momento de realizar el crimen, advirtió Católicas por el Derecho a Decidir.

A la par, en el Caribe del país, 12 mujeres fueron asesinadas, siendo la zona de con mayor número de crímenes contra féminas.

Guatemala encabeza la lista de feminicidios en la región.

Según el organismo especializado en derechos de género, “La Lupa” Guatemala se ubicó en el primer semestre del año pasado, a la cabeza de los feminicidios, con 292 casos.

En El Salvador, ocurrieron 27   y en Panamá con 21 casos, como secuela de la violencia machista.

Los crímenes contra las mujeres en la región centroamericana fueron ejecutados principalmente por hombres cercanos a las víctimas y sujetos desconocidos.

Honduras registró el 95% de impunidad

En el caso de Honduras, 95 % de los casos de mujeres liquidadas siguen impunes. Por ser un país con predominio la violencia machista y con poca incidencia de las autoridades gubernamentales, de acuerdo a las   organizaciones feministas.

Dos lideresas feministas nicaragüenses que pidieron protección a su identidad dijeron que el aumento del feminicidio en Centroamérica se debe a la falta de implementación de políticas integrales de los gobiernos de la región para proteger la vida de las mujeres.

Establecieron que, en Guatemala, Honduras y Nicaragua, la ola de feminicidios se incrementó porque los mandatarios menosprecian la vida de las mujeres y permiten la impunidad y la preponderancia del machismo.

“Los gobernantes no articulan acciones con las organizaciones de mujeres, ni hay campañas sostenidas en los   medios de comunicación para sensibilizar a la sociedad a la no violencia. 

Además, porque son tolerantes ante los asesinatos de mujeres y particularmente en los casos de Honduras, Nicaragua y Guatemala, el presidente desfavorece la vida de las féminas y no son parte de sus prioridades.

Dictadura sandinista violenta desde las instituciones la violencia contra las mujeres

En el caso de Nicaragua el régimen sandinista promueve desde la esfera de las instituciones la inseguridad ciudadana, es decir que la dictadura de Ortega- Murillo, violenta los derechos de las mujeres y niñez.

“Si no hay cambios en la conducta de los gobernantes centroamericanos para amparar la vida de las féminas, continuaremos perdiendo valiosas vidas”, recalcaron.

Centroamérica es una región con mucha violencia

Por su parte María Teresa Blandón, líder feminista y desterrada política de la dictadura sandinista aseguró que la región Centroamérica es una región con mucha violencia.

“Venimos de un largo proceso en que la fuerza, es el recurso por excelencia para resolver las diferencias, los conflictos, incluso para construir el poder económico y político”, sostuvo.

“Con frecuencia se hace uso de la fuerza de las armas para el despojo, del racismo y misoginia y eso ha cimentado lamentablemente los pilares de la sociedad”, recalcó.

Estableció que las sociedades han tolerado todas las formas de violencia, se han acostumbrado a que la gente se mata por una herencia, por quitar a otras de sus bienes.

“No hay que olvidar la violencia contra insurgentes, grupos de oposición, que ejercen las dictaduras.

C.A, viene de una larga historia de dictaduras

Determinó que Centroamérica viene de una larga historia de dictaduras, que han recurrido a la violencia más cruenta para la censura y perpetuarse en el poder.

También hay una violencia en las relaciones cotidianas, dentro de la familia, en contra de las mujeres, niños y los cuerpos disidentes.

“Muchas veces se oculta, no se habla de esa violencia, por eso se crea un entorno propicio para ejércela”, insistió.

Estableció que la falta de Estados democráticos hace que prevalezca la injusticia y entonces, la violencia crea la más absoluta impunidad.

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“Debemos entender que venimos de países que han vivido guerras y por ende un alto nivel de tolerancia a la violencia, como Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala”.

Finalmente dijo María Teresa Blandón, que no es casualidad que eso países de la región tengan las más altas tasas de femicidios, fuertes índices de embarazos de niñas y adolescentes, producto del abuso sexual.