Más de 530 días después, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo permitió que el cronista deportivo, Miguel Mendoza, pudiera ver a su pequeña hija Alejandra. Mendoza no la había visto desde que fue detenido en 2021.

Mendoza permanece detenido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocida como el nuevo Chipote. Según familiares de Mendoza, las autoridades policiales le pidieron a la familia que le llevaran ropa y zapatos minutos antes de la visita.

“El pantalón se le caía, porque ha bajado 30 libras. Uno de los oficiales le consiguió una faja. Su delgadez no se puede ocultar. Alejandra estaba muy emocionada desde que se enteró que abrazaría a su papá después de 18 meses. Contó las horas y los minutos”, relató Margín Pozo, esposa de Mendoza, en un audio divulgado a medios de comunicación.

“Alejandra lo identificó muy rápido, corrió y se lanzó sobre él desconsoladamente. No paró de llorar. Le expresaba: papi, te extrañé mucho, he sufrido, me he enfermado, realmente necesitaba un abrazo tuyo”, comentó Pozo.

A diferencia de otras visitas, esta vez los presos políticos pudieron estar unas 4 horas con sus seres queridos. En el caso de Alejandra, estuvo sujetada y cargada por su padre todo el tiempo y solamente se separó en una ocasión para ir al baño.

Según Pozo, la hija del cronista deportivo habló con su padre sobre el Mundial de Futbol y de la pelea de Román “Chocolate” González y Francisco “Gallo” Estrada.

De acuerdo al audio divulgado por la esposa de Mendoza, Alejandra se puso a llorar cuando ya tenían que irse. “Papi, no quiero dejarte aquí, ya no quiero que estemos separados, quiero verte más seguido, me quiero quedar contigo”, dijo la pequeña.

Te puede interesar: Permitirán visita a presos políticos

“Es una niña de 8 años, que no merece tanto sufrimiento. La visita de este 7 de diciembre es un derecho que le habían negado desde hace 18 meses. Se había solicitado a través de la vía legal y no se obtuvo respuesta. Miguel agradece a cada uno de ustedes por sus muestras de cariño y solidaridad. Especialmente a los medios de comunicación independientes”, detalló Pozo.