“Mi primer exilio fue a Costa Rica y después de cuatro años me mudé a España. Fue duro al principio, pero ahora estoy mejor”, relató Erika Alejandra Meza Benavidez de 36 años, una mujer nicaragüense que asegura, el país europeo le ha ofrecido mejores oportunidades laborales que las encontradas en el país centroamericano.
En Costa Rica, a Meza Benavidez le llevó nueve meses conseguir empleo, encontrándolo en la industria de los CallCenter. Sin embargo, a pesar de no considerarse un trabajo con un mal salario, este no rendía para sobrevivir junto a su hijo en el país más caro de la región centroamericana.
Hoy en día, vive en Zaragoza, una ciudad al norte de España considerada, capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Aragón. La mujer nicaragüense comentó a DaríoMedios que hace dos años (2022) llegó a esa ciudad y en un principio “fue duro”.
“Toqué las puertas con el gobierno y bueno, logré con unos familiares, pagar una habitación en una casa compartida así sobreviví el primer año”, relató. El gobierno le proveía quincenalmente una tarjeta de alimentos hasta que en un año obtuvo el permiso de trabajo. “No quiero ni recordarlo”, expresó con la voz entre cortada.
Gobierno le apoyó ante falta de empleo
Ese mismo 2022, Meza salió embarazada de su segundo hijo, por lo cual, la situación resultó aún más compleja para sobrellevar la falta de labor. “No la pasé mal, simplemente fue un año muy duro al no poder trabajar y no generar mi propio ingreso y vivir del gobierno”, añadió.
Hoy en día trabaja como agente de viajes en una aerolínea y explica que la facilidad de trabajo va dependiendo de la “mente abierta” con la cual uno llegue al país europeo. “Muchos nicaragüenses que emigramos hemos sido licenciados, tenemos algún título y aquí, las oportunidades que adquirimos puede ser en cualquier cosa”, señaló.
Así mismo, remarcó que con el tiempo uno va evolucionando de trabajo hasta encontrar mejores oportunidades. También, explicó que la mayor oportunidad laboral se da mayormente para mujeres que hombres migrantes o en el exilio, ya que, para el masculino, el campo laboral que mayormente se ofrece, es en construcción.
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Más oportunidad para mujeres
“Los españoles buscan mujeres ya de edad avanzada, los jóvenes también les dan la oportunidad, pero siempre el trabajo de casa obviamente lo hacemos la mujer, por eso es que a la mujer se le hace un poco más fácil buscar el trabajo acá”, dijo Meza.
Por otro lado, destacó que los salarios oscilan entre los 600 a 1000 euros, lo que permite tener una mejor calidad de vida, sin embrago, aseguró que la parte más difícil es el alquiler de apartamentos, los cuales se podrían encontrar entre 500 hasta 700, dependiendo del tamaño y las condiciones que preste.
Por último, la migrante, señaló que desde su punto de vista, los derechos laborales son más respetados en España y que a comparación de Costa Rica, percibe que la estabilidad ha tocado su puerta, superando obstáculos económica y obteniendo una estabilidad que le ha servido para sobrevivir junto a su familia.
