El Régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, considera que un sacerdote no puede pensar ni opinar. Por eso desterraron a Monseñor Silvio Báez y también apresaron a Rolando Álvarez. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

En Nicaragua, la dictadura acabó con todas las libertades, incluyendo la libertad religiosa.