Esta semana nuestro en el Podcast de la Entrevista Dominical nos acompaña la profesora Lesbia Rodríguez. Ya jubilada pero obligada al exilio por defender al magisterio nacional.
Antes de las protestas del 2018, su voz era frecuente en los medios de comunicación no oficialistas defendiendo al magisterio de cualquier arbitrariedad que el gremio no podía denunciar por temor a represalias.
Lesbia Rodríguez con 44 años de experiencia en el magisterio de Nicaragua y jubilada, ha sido la voz de los que no podían alzarla. A través de la Unidad Sindical Magisterial recepcionó decenas de denuncias sobre despidos injustificados, anomalías, como enviar a menores y maestros a las rotondas en favor de la administración sandinista, proselitismo político en las aulas, y otras humillaciones.
En un minuto ¿Cómo describiría la situación actual del magisterio en Nicaragua?
Es muy deprimente, las injusticias, la persecución, la vigilancia que hacen los adeptos al gobierno a los maestros en sus aulas, las constantes violaciones a sus derechos, esto hace que el Magisterio Nacional nicaragüense esté pasando por su peor momento, las recargas de trabajos, no respetan los riesgos laborales, las formas indignantes en que los hacen laborar, políticas que deforman las mentes de los alumnos.
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¿Cuánto extraña estar en un salón de clases en Nicaragua?
Como maestra y todos los maestros en sí lo que extrañamos cuando nos jubilamos es estar frente de nuestros niños, porque realmente son nuestros hijos, verdaderamente descuidamos a los propios por estar en constante comunicación con nuestros alumnos, se extraña tanto, es un problema de mente, de espíritu, es terrible, extrañar a alguien, extrañar a tu gente a tu país a tu pueblo eso es muy duro.
¿Cuál es la situación de los docentes nicaragüenses que están en el exilio?
El exilio para cualquier persona es muy triste y muy difícil, con mayor razón si no tienes documentos se trabaja en cualquier oficio para subsistir, mientras te legalizan, pero salir de tu casa, de tu país es lo más difícil que pueda suceder, los maestros que estamos en el exilio y más los maestros que tuvieron que renunciar, que los obligaron a renunciar porque ya no podían con la política de Nicaragua, lloran, porque en verdad es un sentimiento grande cuando uno habla de las escuelas, del país, de su casa, todos los maestros estamos en eso, sufrir un exilio es un castigo que no merecemos.
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A Lesbia Rodríguez ¿Cuánto le ha afectado el exilio?
Es salir de la casa y ver todo extraño, es salir y sentir que no tienes nada, como que te despojaron de todo, y eso duele y eso te causa un estado de depresión, a parte de las otras cosas difíciles, pero que uno las va salvando, pero sentir ese vacío esa depresión es terrible para los seres humanos.
¿Qué transformación debe sufrir el magisterio en Nicaragua?
Nosotros desde hace años sabemos, necesitamos que los maestros vuelvan a retomar la dirección en el tema de educación, necesitamos darle buena capacitación a los maestros, meter manos en las escuelas normales, que los maestros que impartan clases en las normales sean lo mejor que tengamos para sacar buenos maestros, hacer efectiva la democracia, la disciplina, el respeto, es recuperar todo lo que se ha perdido, un buen gobierno debe fomentar y mantener ciudadanos ejemplares.
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¿Volvería a ser maestra?
Yo toda la vida desde pequeña sentía que eso era mi vocación, porque mi padre era maestro también y llegue a realizarme como maestra, mantuve mi magisterio en las aulas de la mejor forma posible, todas esas cosas que se da hoy, ese irrespeto a los maestros, eso duele, nosotros nunca estuvimos acostumbrados a eso. Entonces al ver la forma en que se lleva al magisterio, la humillación que sufren los maestros cuando reprobás a un alumno que no está en la capacidad de promoverse y que el director lo promueve, eso duele, ver el irrespeto de los familiares sandinistas que están en el centro, no hay respeto, lo que ellos quieren es que te vayas, que te salgas, entonces inventan cosas que no son ciertas para que abran un expediente y poder despedirte de tu cargo, eso no es posible que se siga dando, como maestra como duele que se haya deteriorado la educación en Nicaragua.