Gustavo Villatoro, Ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, dio a conocer que la Policía busca al nicaragüense Iván Ariel Reyes a quien   tildó de peligroso  delincuente.

Según las autoridades salvadoreñas, Reyes pertenece a la estructura criminal MS13 y presuntamente ante la prolongación del régimen de excepción, implementado por el presidente Nayib Bukele, huyó de ese país a Nicaragua.  

A la vez informaron que Ariel Reyes,  cometió distintos delitos, entre ellos, extorsión a negociantes y familias de escasos recursos económicos a quien le impuso impuestos de “guerra” para  no causarles daño a su integridad.

El reporte policial de El Salvador indica que fueron capturadas la madre,    cónyuge, y cuñada de Reyes, quienes  son  acusadas de colaboradoras  necesarias  en los fechorías delincuenciales del miembro de la MS13.

La alerta de la Policía de El Salvador dice que las tres mujeres  son miembros activos de la estructura MS13, y al momento de sus respectivas  capturas se les decomisaron 35 mil dólares en efectivo, supuestamente dinero que tenían en su poder como parte de la actividad delictiva que llevaban  a cabo junto con el nicaragüense Ariel Reyes.

Las tres damas acusadas de pertenecer a las pandillas de El Salvador podrían ser procesadas de acuerdo a la legislación de El Salvador, igual que Reyes.

 Bukele,  prolongó  el régimen de excepción con   la  finalidad de reducir la violencia generada por las maras y pandillas, aunque opositores al mandatario salvadoreño  cuestionan  la medida  porque previsible el  gobernante  ha utilizado el mecanismo   para reprimir y aquietar voces críticas al gobierno.

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La Policía de El Salvador,  ha capturado a no menos de  50.000 presuntos pandilleros  desde finales de marzo en el marco de la “guerra contra las pandillas” ostensible por el presidente Nayib Bukele.

La Asamblea Legislativa salvadoreña recientemente  prorrogó por quinta vez el régimen de excepción que autoriza las capturas a los presuntos integrantes de las pandillas MS13.

En menos de cinco meses, la guerra contra la violencia de las pandillas declarada por el presidente Nayib Bukele ha colmado las cárceles del país  de menos de seis millones y medio de habitantes.