Dos referencias del papa Francisco sobrela caótica situación de Venezuela han sacado de quicio a la oposición venezolana en vísperas de una nueva manifestación con motivo del Día de los Trabajadores.

El sábado el Santo Padre dijo, a bordo del avión que lo trasladaba desde Egipto hacia Roma, que la Santa Sede estaba dispuesta a participar de nuevo en el intento de resolución del conflicto del país sudamericano con “condiciones claras”, y dejó entrever que uno de los problemas para mediar otra vez era que la oposición no estaba dispuesta a conversar con el gobierno porque “estaba dividida”.

El domingo, ya en Roma, el Sumo Pontífice volvió a referirse a Venezuela antes del rezo del Regina Coeli en la plaza de San Pedro. La declaración pareció complacer un poco más a la oposición, porque instó a ambas partes a evitar la violencia, pidió “soluciones negociadas” y respeto a los derechos humanos en un país “en grave crisis humanitaria”.

Que Bergoglio dijera que la oposición estaba muy dividida provocó muchas críticas el sábado. El principal argumento era que, desde que se profundizó el conflicto político tras el autogolpe de Nicolás Maduro hace un mes, todas las fuerzas políticas están convencidas de que solo con el fin anticipado del régimen chavista cesarán las protestas y se restablecerá la vigencia de la Constitución. Las formaciones Primero Justicia, del gobernador Henrique Capriles, y Voluntad Popular, del ya legendario preso político Leopoldo López, son los principales artífices de las protestas que mantienen a los venezolanos en las calles. Más partidarios del diálogo y del fin de los choques en las calles está la formación del excandidato presidencial Manuel Rosales, Un Nuevo Tiempo, ausente de las caminatas convocadas desde principios de abril.

En respuesta a las declaraciones del Sumo Pontífice la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática dio a conocer una carta abierta al Papa Francisco en la que afirman: “Los venezolanos estamos más unidos que nunca en toro a la demanda de un cambio político en el país y los factores de la MUD también lo están”, escribieron. “La última evidencia de esto es el reciente manifiesto firmado por todas las organizaciones políticas”, agregaron. El documento exige la celebración de elecciones presidenciales anticipadas en 2017; la garantía de que también habrá, en el transcurso del año, comicios de gobernadores, alcaldes, diputados estadales y concejales; la activación de un canal humanitario para atender las necesidades básicas en medicinas y alimentos;respeto a la Asamblea nacional como poder independiente; la liberación de los presos políticos y la desmovilización de las fuerzas paramilitares, conocidas como colectivos.