En la vía pública, en las bancas de las aceras o a las orillas de los vivanderos en los alrededores del Hospital de la ciudad de León, atiende el Nefrólogo Víctor Zeledón, no es su oficina médica, sino el lugar que las autoridades hospitalarias le han obligado a utilizar para atender a sus pacientes tras negarle el acceso a su centro de labor por renunciar a su plaza.

 

El médico quien labora en el Heodra desde el año 2007, mostró en su carta de renuncia el desacuerdo por la profunda, intensa y continua fiscalización política hacia el trabajo médico. “Son personas que no están calificadas para valorar si nuestro trabajo es o no oportuno. En el hospital hay gente fiscalizando que trabajadores de la salud”, señala.

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Desde el martes 11 de junio la directora del hospital de León, Judith Lejarza ordenó negar la entrada al médico por los cuestionamientos que este expuso en su renuncia; entre ellos, carencia de especialistas, subespecialistas, insumos en tratamientos médicos y cupos limitados para pacientes con Enfermedad Renal Crónica. “Además la guerra contra los estudiantes universitarios y los despidos injustificados de médicos especialistas, con lo que violentan los derechos y obligaciones de cada trabajador”.

 

En una entrevista a Radio Darío, Víctor Zeledón asegura que ha incrementado en el Hospital Heodra el número de personas que fiscalizan el trabajo médico, “Según ellos supervisan e incluso interfieren sobre las decisiones médicas con los pacientes. No son profesionales de la salud y no tienen idea de lo que significa nuestro trabajo por lo que entorpecen la atención”, expresa.

 

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Paciente atendida por el médico Víctor Zeledón en la vía pública del Hospital Heodra | Foto cortesía

 

Ante los señalamientos sobre la fiscalización política y carencia de insumos médicos y especialistas, las autoridades gubernamentales anunciaron la construcción del nuevo hospital Heodra que en teoría sería el más grande del país, para el médico leones sería un gigante de barro.

 

“De nada sirve tener el hospital más grande sino se tiene la calidad, calidez, calor humano, ética y respeto por la vida humana. No se resuelve el problema de salud con construir un hospital cuando se violenta el derecho del trabajador de la salud y de manera directa afectan la vida de los pacientes, es contradictorio los dichos con las acciones y las promesas con la realidad”, piensa el médico.

 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expuso a través de su cuenta en Twitter registró que como consecuencia de las represalias del Estado de Nicaragua, al menos 300 profesionales de la salud fueron despedidos.

 

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Paciente atendida por el médico Víctor Zeledón en la vía pública del Hospital Heodra | Foto cortesía

 

El médico Víctor Manuel Zeledón, señaló que seguirá presentandose a la vía pública del hospital hasta del 1 de julio cuando se cumpla el plazo de 15 días de haber puesto su renuncia, misma que no ha sido aceptada, pero que tampoco ha sido despedido.

 

Según el galeno, la directora Judith Lejarza ordenó al intendente Bismarck Hernández redactar undocumento, donde renunciaba a todos sus derechos como trabajador. “Me querían obligar a firmar un documento que mutilaba todos mis derechos”, señala.

 

Las consultas médicas  en la vía pública del Heodra ha llevado a que el Nefrólogo leones sea fiscalizado en fotografías, videos realizados por operadores políticos. Incluso los comerciantes que le han facilitado sillas para brindar atención médica han sido amenazados con desalojo si continúan brindandole auxilio.

 

Tras esta entrevista, Víctor Zeledón aseguró temer de cualquier atentado contra él o sus familiares, que impida seguir ejerciendo su pasión por la medicina.