La dictadura sandinista festejó con actividades ambientales, el décimo tercer aniversario que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró a la Isla de Ometepe “Reserva Biosfera”. Ignorando el reciente informe de la Organización de Naciones Unidas, que advierte que Nicaragua tiene los niveles más altos de deforestación en Centroamérica.

Líderes indígenas dijeron desde el anonimato que mientras el régimen agasaja la declaración de la Unesco, otorga más concesiones a empresas trasnacionales dedicadas a la exploración de la industria minera en el Caribe nicaragüense. 

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Igualmente añadieron que mientras movimientos ambientalistas sandinista plantaron 150 árboles de cedro, caoba en la Isla de Ometepe, colonos protegidos por la Policía Sandinista y efectivos del ejército, arrebatan las tierras a los indígenas, asesinándolos, quemando sus viviendas y expulsándolos de sus territorios.

Determinaron los indígenas que la dictadura de los Ortega- Murillo “es cínica”, porque mientras envía a los empleados del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), ejecutar jornadas de reforestación en el municipio de Mayogalpa, sigue autorizando despales indiscriminados en las Reserva de Bosawas y Biológica Indio Maíz. 

“Es irónico que mientras el régimen es cómplice con las empresas transnacionales de explotación a cerca del no cumplimiento de las normas para la no contaminación de los ríos   de las comunidades, miembros de la Juventud Sandinista 19 de Julio andan sensibilizando a los pobladores de la Isla de Ometepe a no ensuciar las comunidades”, aseguraron dos dirigentes originarios.

Dictadura miente sobre deforestación

De la misma forma los representantes de los pueblos indígenas afirmaron que los autócratas sandinistas pretenden engañar al pueblo nicaragüense anunciado una campaña nacional de plantación de 26 millones de plantas, cuando autorizan concesiones al gobierno de China Continental, que según expertos, se encargaran de despojar de las riquezas naturales a los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Por su parte el activista nicaragüense y defensor de los derechos ambientales de los pueblos indígenas Amaru Ruiz denunció que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo está abiertamente contra los pueblos originarios que luchan contra la explotación de los recursos naturales y la deforestación.

Ruiz señaló que el régimen está llevando al país a la destrucción total de los recursos naturales al extremo que la Organización de Naciones Unidas en un reciente informe señaló que Nicaragua lidera la tasa más alta de deforestación en Centroamérica.

“Están muriendo indígenas. Hay un proceso sistemático de etnocidio que está ocurriendo tanto en los bosques como en los territorios indígenas de la Costa Caribe nicaragüense”, advirtió el activista.

Señaló que los crímenes de minorías étnicas fuerzan a comunidades indígenas enteras a huir de sus territorios, ricos en recursos naturales, que allanan el camino a proyectos multinacionales de la Industria minera, atenuados por la dictadura que “saquea ” el oro, madera, entre otros bienes.

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El presidente de la Fundación del Río Amaru Ruiz reflexiona que las promesas del régimen sobre la protección de los bosques son una mímica, porque a su juicio, el objetivo de la dictadura es expandir la entrada de las concesiones extractivas con más deforestación para así satisfacer sus intereses económicos y aferrarse al poder.