La crisis socioeconómica que vive Nicaragua a raíz del estallido político, podría agudizarse aún más, debido a que en el país se ha suprimido por completo la autonomía municipal, la cual se concretará con la asignación de las 153 alcaldías al FSLN en enero de 2023, según señaló la activista nicaragüense Haydee Castillo miembro de la organización Nicaragüenses por el Mundo, en entrevista a radio Darío.
“A todas luces y lo que se vislumbra para el año 2023 en Nicaragua es una profundización de la crisis no solo política y de derechos humanos, sino la profundización de la crisis socioeconómica, el hecho de que se haya decapitado completamente la autonomía municipal, la descentralización municipal, esto va a tener todavía un impacto mayor, sí recordamos que los gobiernos locales es el gobierno más cercano al teatro y acontecimiento de las poblaciones” señaló Castillo.
De igual manera, recordó que todos los nuevos alcaldes, alcaldesas, concejales, concejalas, todos son personas que no gozan de ninguna legitimidad, que llegan al poder a través de un fraude electoral qué es visible.
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“Es un fraude que está muy bien documentado, hay que tener claro que al desaparecer la autonomía municipal, la descentralización municipal, estas personas alcaldes, concejales, concejalas, se convierten prácticamente en peones, en operadores de las decisiones de la familia presidencial”, refirió la activista.
Política de centralización
Haydee Castillo, señala que con estas acciones cometidas desde las votaciones municipales de noviembre de 2022 el régimen de Daniel Ortega está dejando claro que “para 2023 están practicando una política centralizada en la que manejarán el presupuesto de manera centralizada desde Managua e incluso desde el Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal, Inifom y por ende desde la secretaría de la presidencia del partido Frente Sandinista”.
Por otro lado, la activista nicaragüense también manifestó que otra de las situaciones que se puede vislumbrar para 2023 es “un incremento de la crisis, el éxodo de nicaragüense va a seguir saliendo al exilio, un incremento de la corrupción y también un incremento de la inseguridad porque al incrementarse la pobreza, extrema pobreza es un canto de cultivo también para los delitos, los secuestros, los asaltos y todo este sistema de violencia porque ha sido impuesto y como una consecuencia del estado de terror en Nicaragua”.