Desde el año mil novecientos cincuenta fueron construidas con belleza arquitectónica, las Calles Empedradas” en esta ciudad de León, característico de una ciudad Colonial. De estas bellas calles hechas en ese entonces han quedado pocas en esta metrópolis.
Todavía hay ciudadanos leoneses que aún viven y que recuerdan que, en esa dorada época, la población recorría las calles en sus carretas, carretones halados por caballos, para llegar a los barrios, repartos y comunidades rurales de esta localidad, muchos de estas personas, añoran esos tiempos.
Recuerdan que desde la Esquina donde Prio, el parque central y los mercados tenían calles empedradas, que daban un toque y sabor colonial a León. “La calle que pasa frente a la Catedral y que va hacia el Cementerio de Guadalupe era igualmente empedrada… “Era la calle bordeada de buñuelos el dos de noviembre en aquellos tiempos alegres, días de difuntos, en que los estudiantes iban desde el Colegio San Ramón, hasta el propio Cementerio, probando toda clase de sabores de buñuelos”, expresaron varios ciudadanos cercanos a la calle empedrada.
Actualmente la municipalidad leonesa, no tiene dentro de su plan de inversiones en la localidad, obras dirigidas a darles mantenimiento a las pocas calles enlosadas que tiene la ciudad. Las vías empedradas que están actualmente, son entre otras: la que se ubica frente a la iglesia de Sutiaba, la que esta del Hotel Europa hacia el oeste y del parquecito del Calvario hacia el sur.
Carla Hernández de 89 años, dijo entre añoranzas “Aquel León de entonces, era mágico. Sus calles empedradas, plenas de sol. Sus noches sombrías”. “Sus campanas sonoras, sus procesiones solemnes, sus balaceras cotidianas con mayor frecuencia dominical, que nos permitía ver pasar entre cuatro y cinco de la tarde, hamacas y tijeras donde conducían a los muertos en trifulcas hacia el Comando”, finalizó diciendo doña Carla Hernández.
Por: Pedro Altamirano