Campesinos del municipio de San José de Bocay departamento de Jinotega denunciaron la presencia de hombres armados que no son ni de la Policía del régimen, ni del Ejército, pero que se dedican a vigilar a campesinos considerados opositores al gobierno. Además, los señalan de ser los responsables de robos y otros crímenes. 

Jinoteganos han visto a grupos de hasta de 15 armados que cargan escopetas, pistolas y AK-47, esta última una arma prohibida para civiles y que solo pueden tener soldados y policías. 

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Los denunciantes dicen que los grupos armados operan en la zona del río Kininowas, ubicado a unos 25 kilómetros de la cabecera municipal de Bocay.  En ese lugar, testigos han identificado a los hermanos Rafael Rugama y Pedro Samuel Rugama, como cabecillas de los civiles irregulares que simpatizan con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

Algunos denunciantes preguntan de dónde sacan las armas estos grupos, pues a partir del estallido social de 2018, tanto el Ejército, como la Policía, desarmó a los productores y ganaderos, les quitó las armas que tenían legales para defender sus fincas de abigeos. La acción se interpretó como el miedo del dictador a un levantamiento armado en el campo. 

Asesinatos y robos armados

La preocupación de los pobladores se debe principalmente al hecho de que los armados, no solo cumplen órdenes políticas, sino que al gozar de protección policial, abusan y cometen robos y otro tipo de fechorías. 

Un campesino aseguró que “esta gente está acabando con la comunidad de San Pedro de Kinowas, porque aquí han aparecido gente de la comunidad asesinada” y aunque hay investigaciones policiales no se sabe en que quedan. Y ahí están impunes”, acusa. 

Otro lugareño se declaró víctima de robo de esa misma gente armada. “Esto hacen lo que quieren, aquí roban maíz, frijoles, ganado y dinero y nadie les dice nada. Uno dice; son bandas delincuenciales, pero en Managua son los centinelas de la paz, de la revolución”, se quejó. 

¿Con base de entrenamiento?

Hace pocos meses, varios pobladores denunciaron que la dictadura de Daniel Ortega, cuenta con una finca en el norte del país para entrenar paramilitares.

Pobladores de Wiwili, Santa María de Pantasma y el Cuá, se encuentran temerosos, por la presencia de estos civiles armados, que supuestamente reciben entrenamiento en la comunidad La Marañosa, en una finca de connotados fanáticos del régimen. 

Se conoció extraoficialmente que hace días viajaron unos 60 trabajadores de las diferentes instituciones del Estado a dicho entrenamiento, según dijo un trabajador inconforme. En 2018 Daniel Ortega y Rosario Murillo, armaron a sus fanáticos y ordenaron que junto a policías atacaran las protestas. Como resultado 355 civiles fueron asesinados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH. 

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Por su lado, organismos de derechos humanos locales han contabilizado a 52 campesinos asesinados por fanáticos del régimen en las montañas del país. Los crímenes, se cometieron por esta gente armada y la policía nunca los investigó.