Alrededor de 32 unidades de buses prestan el servicio de transporte en las rutas de Veracruz – Repartos de los poetas y San Jerónimo – Campus Médico.
Tras un periodo de vida de al menos 20 años prestando el servicio en la ciudad de León, las quejas de sus usuarios son recurrentes ante las condiciones de las unidades y la atención ofrecida por los miembros transportistas.
Consumidores de este servicio califican de “Pésimas” las condiciones de estos buses y agregan debe ser una prioridad para las autoridades municipales y transportistas el reemplazo de las mismas.
A la página de Facebook de Radio Darío llegaron comentarios que califican este servicio de transporte de la ciudad de León.
Gleysi López: Pésimas es un calvario viajar todos los días en esas rutas, desde chóferes imprudentes hasta cobradores odiosos los vehículos están deteriorados y le montan más gente de lo normal.
Luvy Pastrana: Pésimas, las personas las amontonan, van a toda velocidad, ni siquiera ofrecen el servicio correcto para personas con discapacidad para que puedan subir sus sillas de rueda. Ni siquiera se detienen completamente para que la persona baje con calma y arrancan antes de tiempo que uno puede hasta caerse.
Marbeni Balmar Balmaceda: Mi experiencia cuando he utilizado los buses es muy deprimente te tratan feo los cobradores, las unidades en mal estado, los asientos con huecos, si van con el tiempo ajustado van como que no hubiera más vehículos que ellos en la carretera, exponiendo a los usuarios.
Ervin José Pineda: Una ciudad turística debería ser ejemplo de transporte ya que los extranjeros hacen uso de ellos.
Martha Muñoz: La verdad es que el transporte es pésimo, sobre todo el de la Providencia, son unos groseros con las personas y los domingos no hay buses, tenemos que salir hasta la carretera a buscar transporte.
En Marzo de 2017 transportistas y el gobierno municipal anunciaron llegarían a león 72 nuevas unidades de buses para reponer las camionetas que brindan el servicio de transporte urbano-colectivo, sin embargo, las unidades nunca llegaron.
Por Francisco Torrez Tapia.