ACAN/EFE

La nariz de un Boeing 747 asoma por encima de la valla de un descampado que se encuentra en un suburbio de Bangkok y en el que tres aviones en desguace sirven de hogar improvisado a una familia.

Leg, en la cuarentena, es el encargado de vigilar el solar y recibir a los exploradores urbanos que se aventuran a visitar los fuselajes de las naves, atraídos por su aspecto fantasmagórico.