San Jerónimo en León “Mezcla de fervor religioso y cultural”

Las fiestas en honor a San Jerónimo inician el 29 de septiembre en León con una misa en la Basílica Catedral de León.

Ese mismo día la efigie será llevada hasta la Iglesia “San Juan Bautista”, ubicada en la Comunidad Indígena de Sutiaba donde quedará en vigilia.

Las festividades religiosas, folclóricas y culturales en honor a San Jerónimo, son acompañadas por decenas de miles de feligreses provenientes de los barrios, repartos y comunidades rurales del municipio de León, incluso llegan devotos de otros departamentos.

El 30 de septiembre, San Jerónimo regresará a la Catedral, en donde permanece todo el año. La procesión de San Jerónimo es acompañada con la danza Toros Huacos de Sutiaba y música de filarmónicos.

San Jerónimo, venerado en Sutiaba

No es posible hablar de San Jerónimo sin escuchar la tradicional danza del Toro Huaco. Se trata de un baile folklórico vinculado a la religiosidad popular del culto procesional a San Jerónimo, entre las que se mezclan elementos religiosos, de diversión y cortejo a la vez.

“San Jerónimo y sus danzas, son una de las expresiones más antigua con una particularidad manifiestamente española, identificada con las fiestas de toros”, expresa un tradicionalista leonés.

Durante las peregrinaciones del Beato que recorre varias avenidas de la ciudad de León, se destacan las expresiones culturales indígenas de Sutiaba, entre ellas La Danza del Sol y El Viejo y La Vieja, detalló el historiador leonés, Manuel Noguera.

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“El pueblo indígena de Sutiaba demuestra fervor y devoción a San Jerónimo, un misántropo y traductor de la Biblia, a quien la iglesia colonial cubrió con una butifarra e hizo acompañar de un león”, sostiene Noguera.

En las celebraciones al santo, nunca faltan las danzas, los tambores, la embriaguez y el travestismo, donde los hombres se visten de mujeres.

“Es un carnaval que tiene componentes folclóricos y devoción religiosa. Durante la procesión a San Jerónimo los hombres juegan, se maquillan como mujeres, enamoran a otros hombres”, sostiene el historiador Manuel Noguera.

“Es la fiesta en donde las contenciones mestizas y puritanas dan lugar a lo que se identifica como indígena, salvaje, guerrero, apegado a la naturaleza”, citó en su momento el poeta Enrique Fonseca, escritor indígena de Sutiaba, quien falleció hace algunos años.