La dictadura de los Ortega–Murillo tiene como meta final despedir a todos los trabajadores de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que fueron piezas claves en la represión, encarcelamiento, destierro y confiscaciones de bienes de opositores, según señalan algunos testimonios.

Según al testimonio de una fuente vinculada con ese Poder del Estado dijo a DaríoMedios Internacional que no menos de sesenta empleados fueron destituidos en el complejo judicial de Masaya, entre jueces, secretarias de actuaciones y conductores, según la fuente.

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Asimismo, el testimonio, señala que los policías al servicio de la pareja dictatorial llegaron al Complejo Judicial y dijeron a los empleados que se mantuvieran en sus oficinas y seguidamente recorrieron todas las direcciones entregando cartas de despidos.

Posteriormente le dijeron a los defenestrados que se fueran a sus casas que quedaban despedidos sin prestaciones laborales.

Y de manera “irónica” expresaron a los echados que, si consideraban tener derechos, que acudieron a las instituciones a demandar al Estado, destacó nuestra fuente.

Testimonio: operadores de la dictadura dijeron a los corridos “Con la Paz no se juega”

De igual manera el testimonio agregaque antes de permitirles a los funcionarios que abandonaran sus puestos de trabajo les despojaron de sus celulares y otras pertenencias.

Igualmente le recomendaron que era mejor que se quedaran en silencio porque con la “Paz no se juega”, en clara alusión que, si demandan sus derechos, podrían ser enjuiciados y enviados a la cárcel.

La mayoría de los lanzados recibieron orientaciones de la pareja de autócratas de realizar acciones de lesa humanidad en contra de opositores de Masaya.

“El pueblo de Masaya los tiene identificados a esos jueces y juezas y sabemos de todas las maldades que hicieron en contra del pueblo. Fabricaron falsos delitos, firmaron resoluciones de condenas a opositores y violentaron el debido proceso”, manifestaron varios ciudadanos de Masaya.

Hay que recordar que la dictadura se ensañó con el pueblo de Masaya, reprimiendo atrozmente a los manifestantes en las protestas cívicas, asesinando, encarcelando a opositores y enviando al exilio, con la complicidad de jueces, magistrados, policías, paramilitares y fanáticos del orteguismo.

Conozca parte de la lista de leales despedidos en la CSJ por Rosario Murillo

Se conoce según el testimonio que entre los despidos ordenados por la déspota Rosario Murillo, se encuentran:  la juez de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria en Matagalpa, Martha Lorena Loasiga; la juez Segundo de Distrito Civil Oral, Martha Susana González Centeno, y la juez Primero de Distrito Penal de Juicios, Claudia Angélica Sánchez, así como a la juez “suplente itinerante”, Lelia Castillo.

Asimismo, Fátima Lazo, quien laboraba en el Juzgado de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria en Matagalpa; y la hija de la jueza Loáisiga, Liduvina Baltodano Loáisiga, quien era supervisora técnica de la delegación administrativa.

Además, Xóchitl Esquivel, sobrina del exmagistrado Mario Esquivel.

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Jueces locales únicos barridos por la escoba de Murillo, son entre otros: Claudia Alemán Castillo, de Waslala; Martha Lidia Ordóñez Vargas, de San Isidro; Deyanira Mejía Meza, de Esquipulas y Douglas López, de Muy Muy.