Redacción Central

 

La Policía sandinista ha intensificado el asedio a periodistas, activistas y algunos profesionales que han sido despedidos de instituciones en la ciudad de León.

 

Desde hace dos días, la Policía, ha estado llegando frente a la vivienda del reconocido biólogo, Mauricio Alberto Álvarez Argüello, hermano del Dr. Gabriel Álvarez; quien fue golpeado junto a su esposa e hijo por la policía.

 

“Ayer este asedio se intensificó, todo el día mi casa estuvo rodeada por elementos uniformados, yo no tengo deudas pendientes con la justicia, es por ello que salí para hacer unas diligencias, y en ese momento me increparon y me dijeron que yo era terrorista junto a mi hermano” compartió con Radio Darío, el catedrático.

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Después de haber recibido la carta de despido por la UNAN-León, el pasado 8 de noviembre,  Álvarez, lo hizo público, denunciando este atropello ante los medios de comunicación, es por ello que la policía constantemente lo asedia: “ el oficial al mando me identificó y me dijo: vos sos el corrido de la universidad  por terrorista, y yo le dije: yo no fui corrido por terrorista, sino por que tengo mis propios  pensamientos que no están alineados con el partido del gobierno”. Expresó el profesional.

 

Cada vez que el catedrático, respondía a la policía que él no era terrorista (…), lo golpeaban en la cabeza.

 

Asimismo, policías mujeres golpeaban a Rene Patricia Madriz, esposa del reconocido biólogo, junto a su hijo Mauricio José Álvarez Madrid de 24 años, quien salió haber que sucedía frente a su casa.

 

El biólogo, narra que en el momento que lo agredían junto a su familia, los uniformados represores procedieron a despojarlos a cada uno de ellos de sus celulares.

 

Ante las intensas amenazas, asedios e intimidaciones, el profesional afirma que no se quedará callado, por que la policía eso es lo que quiere, y a la vez asegura que seguirá denunciando cada atropello y violación que se haga contra él y a su familia ante las instancias de Derechos Humanos (DDHH) y medios de comunicación.

 

Mauricio tenía 28 años de impartir clases en Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), quien nunca recibió un llamado de atención por ser un profesional con disciplina y abnegado, el 8 de noviembre de este año por la mañana, esa alma mater decidió arbitrariamente despedirlo, tras rehusarse firmar una carta en contra de monseñor Silvio Báez y por no ir a marchas progobierno.