Dentro de este grupo se encuentran reporteros, fotógrafos y el personal administrativo del diario.
Todos fueron víctimas del acoso gubernamental y trabajaban “de bajo perfil” por razones de seguridad, subrayó a la VOA el editor en jefe del periódico Eduardo Enríquez, vía Skype.
En 2021 el diario quedó únicamente con la edición digital debido a que la administración sandinista impidió acceder a la materia prima y en ese mismo año sus instalaciones fueron tomadas por la policía.
También fue detenido su gerente general Juan Lorenzo Holmann, y condenado luego a nueve años de cárcel por el supuesto delito de lavado de dinero, bienes y activos.
Para esa fecha salieron del país otros editores del diario “porque era evidente que las acciones iban en contra de nosotros”, comenta Enríquez, pero los reporteros y fotógrafos continuaron trabajando, así como el personal de redacción y administrativo.
No obstante con “esta nueva oleada de represión en la cual han arrestado a dos miembros de nuestro equipo”, La Prensa decidió sacar a todo el personal de la redacción, indica el editor principal del periódico.
Por esta razón Enríquez llamó a los “países de América y el mundo” a poner los ojos en lo que ocurre en Nicaragua. “Tienen que darse cuenta de que este no es un gobierno, esto es un régimen autoritario, totalitario mejor dicho, en poder de un grupo de criminales”.
Ortega por su parte ha negado los ataques contra los medios y ha señalado a la prensa crítica de “mentir”. De hecho su esposa Rosario Murillo ha llamado “chachalacas” a los reporteros que cuestionan la administración que dirige junto a Ortega.
Con información de la Voz de América