Solo los recuerdos quedaron de lo que fue el politécnico La Salle, que contaba con personería jurídica desde 1997 y que se ubicaba en Managua y León, pero que llegó a Nicaragua en 1903, puesto que a inicio de este mes fue disuelta “por voluntad propia, tal como aparece en la Gaceta, Diario oficial de Nicaragua.

La historia narra que llegaron los hermanos La Salle a este país centroamericano en 1903, por medio del padre Dubbon, para que se hicieran cargo de un centro de huérfanos en la ciudad de León, sin embargo como centro pedagógico, abrieron sus puertas en 1913 como escuela normal, esto se hizo posible gracias a un convenio entre el Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas  y el gobierno de Nicaragua de esa época.

La Normal inició sus labores con 32 estudiantes y en 1917, trece maestros integraron la primera promoción y al poco tiempo el gobierno les autorizó para otorgar también el título de bachiller.

A finales de los años 20, el Pedagógico estrenó su emblemático edificio en Managua, que resistió el terremoto de 1931, sin embargo esta edificación cayó producto del gran terremoto de 1972 que devastó la capital nicaragüense, posteriormente se trasladaron donde actualmente funciona, en Vila Fontana.

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Politécnico la Salle, con más de 100 años de existencia, borrado de un “plumazo” 3

Huellas dejadas

Según información del propio centro, La Salle ha tenido como único objetivo la educación actualizada y permanente en todos los ámbitos, cuyo compromiso se ha mantenido del tiempo de forma ininterrumpida desde su fundación.

Entre las materia que impartían estaba lo relacionado a energía renovable, refrigeración y aire acondicionado, electrónica, mecánica y electricidad industrial, mecánica automotriz, entre otros.

Este centro ha sido el responsable de la formación técnica y profesional de miles de alumnos a lo largo de más de cien años desde que abrieron sus puertas en Nicaragua.

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Politécnico la Salle, con más de 100 años de existencia, borrado de un “plumazo” 4

Dictadura con dientes afilados por inmuebles

Y es que más de 60 hermanos lasallistas extranjeros tenían dos meses para abandonar Nicaragua, advertidos por parte de la dictadura, porque no les renovarían la residencia. Ahora con la cancelación de la personería jurídica, las instalaciones de Managua y León, quedan a merced del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y no es poca cosa lo que podrían tomar.

Por ejemplo en la sede de León cuentan con un nuevo taller-escuela de mantenimiento y reparación de motocicletas.

Se consultó a un analista que está en Nicaragua, y dijo bajo el anonimato que a todas luces, hay muchas posibilidades que dichas instalaciones tengan la misma suerte que la UCA, La Prensa y otros edificios robados por el sandinismo, los cuales son usados para pagar favores políticos y que están lejos de favorecer al verdadero pueblo.

“Con esta actitud la dictadura demuestra la ambición de apoderarse de lo que no les cuesta. Seamos claro, todo lo que el régimen sandinista expropia, solo le cambia el color y le cambia el rótulo. Esto es una repetición de los años 80, cuando se robaron las propiedades y se los endosan a sus allegados”, explicó el analista.

Hizo hincapié en que toda esta situación es una mala señal para la comunidad internacional, porque considera que ningún inversionista vendrá a invertir al país por la inseguridad jurídica con que gobierna el régimen Ortega- Murillo.