Era la década de los años 60 cuando en Nicaragua gobernaba Luis Somoza Debayle y en la vieja Managua no había una sola persona que no conociera la “escandalosa”, historia de la mujer que se casó con otra mujer, esta era Petronila del Carmen Aguirre Ocampo, pero todos la conocían como “la Caimana”, sobrenombre que heredó de su padre José Dolores Aguirre, mejor conocido como “Lolo Caimán”, quien se ganó este apodo por lo bocón que era, según expresaban algunas personas que en esa época lo llegaron a conocer.
Petronila del Carmen Aguirre nació el 20 de julio de 1931 en Managua, y a medida que transcurrían los años, se parecía más a él y por esta razón heredo el apodo “la Caimana”.
Por la influencia de su abuelo que tenía un taller donde se fabricaba pólvora, a los 20 años Aguirre decidió emprender su propio negocio donde vendían y elaboraban todo tipo de juegos pirotécnicos desde cohetes, morteros, cargas cerradas, toritos encohetados, peinetas, buscapiés, productos que se hicieron famosos en todo el país y debido al sobrenombre que Carmen tenía, el negocio pasó a llamarse “la Caima”.
El negocio se encontraba ubicado en los alrededores del Mercado Oriental, para esa época, esa zona era rural y el Oriental no era tan grande como lo es hoy en día.
Desafío toda una sociedad
En una sociedad aún más conservadora que la actual, “la Caimana”, desafió leyes, estereotipos y discriminación de su época y decidió casarse con Hilda Scott, quien en ese tiempo era enfermera del Hospital Bautista.
Un abogado y un juez avalaron el enlace matrimonial civil. El día de la boda, Hilda usó un vestido de talle estrecho y falda ancha, Carmen Aguirre sin importar el escándalo se casó con el nombre de Pedro y se vistió de pantalón, camisa y saco, algunas personas comentaron que a la hora de la foto se llevó un cigarro a los labios, sorprendiendo a unos y a otros no, quienes la conocían desde muy joven sabían que era una mujer con un estilo de vida diferente a las demás mujeres y se vestía de forma masculina con cortes de cabello semejantes a los de un hombre.
Hilda y Carmen Aguirre adoptando a varios niños que criaron como sus hijos, varia personas que conocieron a “la Caimana” expresaban que era todo un hombre, buena a los negocios y a los puños.
Petrona del Carmen Aguirre, Pedro o “la Caimana”, murió el 16 de agosto de 1971, a los cuarenta años de edad en Managua.
Actualmente consultamos a la capitalina Fátima Pérez, quien tenía como cinco años cuando conoció a “la Caimana”, y recuerda que era “un hombre no guapo, pero si elegante”, mientras le saca brillo a la memoria.
“Jamás lo vi vestida de mujer, era un hombre elegante y agradable, recuerdo cuando murió eso era una algarabía, fue derroche de pólvora, cohetes de colores y música varios chavalos salíamos del colegio y nos colamos en el entierro. Ahí ibas a mirar gente del mercado San Miguel, el Central y del mercado Oriental”, añade.
Actualmente lo que fue el negocio de pólvora más famoso de Nicaragua, solo queda el nombre, y la familia tuvo que reinventarse, la esposa de Carmen Aguirre, junto a una de sus hijas decidieron poner venta de muebles con el mismo nombre de la fábrica de pólvora “La Caimana”.
