Ministra de Salud visitó a los familiares de la mujer envenenada por su pareja en la ciudad de Chinandega.
El intento de femicidio ocurrió el pasado viernes, pero la joven de 31 años se aferra a la vida hasta este domingo. Mientras, los afligidos familiares fijan su mirada en la puerta de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital España. Enfermeras y doctores salen y entran pero no portan noticias favorables.
Don Julián Antonio Sequeira, le han informado que no hay novedad pero igual permanece en el centro asistencial: “esto es un infierno, lo que ese varón le hizo a mi chamaca no tiene nombre, allí están sus niños preguntando por su madre, el niño mayor solo tiene 9 años y hasta se quiso matar”.
Douglas Villanueva de 45 años podría ser presentado ante el Juzgado Especial de Violencia contra las Mujeres este lunes, el cargo es Femicidio en grado de frustración, se desconoce si este ha reconocido los hechos mientras la policía nacional en Chinandega ha callado en torno a las investigaciones.
Villanueva, obtuvo dos pastillas de fosfina en un establecimiento chinandegano, se presume que planificó causar la muerte a la madre de sus dos pequeños hijos, quien insistía en demandarlo en el Ministerio de La Familia por pensión de alimentos.
Desde el mes de marzo del año 2014 las autoridades sanitarias de Nicaragua prohibieron la comercialización y distribución sin control de la tableta de fosfuro de aluminio, un compuesto altamente tóxico que es usado como plaguicida para curar frijoles.
La tarde del sábado el estado de salud de la joven se tornó crítico, hubo necesidad de entubarla para mantenerla con vida.
Según estudios hechos a este plaguicida, provoca daños irreversibles a órganos que necesitan de más oxígeno, entre estos el cerebro, corazón, hígado y riñones.
La Ministra de Salud Sonia Castro, llegó hasta el Hospital España para conocer personalmente de la situación y aseguró que el cuerpo médico hace su mejor esfuerzo para salvar la vida de la joven.
Así mismo, conversó con el padre de la mujer, Julián Sequeira, animándole a confiar en los esfuerzos del Minsa. Luego se dirigió hasta la vivienda de la familia para visitar a los pequeños que ahora aguardan por su madre.
La espera continúa en el hospital, mientras el resto de familiares coinciden en que la esperanza es la última que se pierde.