Alba Luz Ramos Venegas no ocuparía más la Presidencia de Corte Suprema de Justicia, es la noticia aun no confirmada que se ventila entre murmuraciones en el complejo judicial central pero que cobra fuerza en las últimas horas. Ramos, sería remplazada por la magistrada sandinista Juana Méndez.

La noticia circula desde este domingo en las redes sociales de forma extraoficial, tal como ocurriera con el encarcelamiento del vocero Roberto Larios y con la detención de la magistrada Ileana Pérez, ambas noticias confirmadas horas después.

La información proviene del defensor de Derechos Humanos, Pablo Cuevas, quien desde su exilio, asegura que una funcionaria judicial le confirmó los cambios en ese Poder del Estado “me informó que la destitución de Alba Luz Ramos es efectiva como presidenta de la Corte Suprema de Justicia y la sustituirá Juana Méndez” indicó al área de prensa de Radio Darío.

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Según Cuevas, la información la brindó una funcionaria que abandonó su cargo en las últimas horas y que huye del país por su seguridad “mi fuente es una funcionaria que desertó y justo ahora sale del país. Se ha comunicado conmigo para informarme de su situación y hasta teme por la seguridad de su familia” indicó Cuevas, quien da seguimiento a la situación de la exfuncionaria.

Alba Luz Ramos, cumpliría 34 años de ocupar el privilegiado puesto de magistrada de la Corte Suprema de Justicia, desde el año 2010 se instaló en el puesto de magistrada presidenta de CSJ, siendo reelegida en el cargo en el 2019. Su fiel militancia en el partido de gobierno le han mantenido en el puesto.

Magistrada sancionada

En caso de abandonar su cargo, Alba Luz Ramos sale del Poder Judicial marcada por las sanciones internacionales. La primera en castigarla fue la Unión Europea. En esa ocasión ocho personas allegadas al gobierno sandinista de Nicaragua figuraban en la lista de sanciones.

Ramos, encabeza la maquinaria que fabrica los procesos judiciales en contra de los opositores a Daniel Ortega. Ella, junto al clan de magistrados y jueces sandinistas, han condenado con cárcel a quienes demandaron elecciones libres y transparentes en Nicaragua.

“En su cargo de Presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, tiene a su cargo la instrumentalización del Poder Judicial a favor de los intereses del régimen de Ortega, a través de la criminalización selectiva de las actividades de oposición” afirmó la Unión Europea en un comunicado en el mes de agosto del año 2021.

En noviembre de ese mismo año, Ramos, fue sancionada por el gobierno de Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, junto a  11 funcionarios más.

Esta es la peor crisis que atraviesa la Corte Suprema de Justicia desde la renuncia del ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Rafael Solís Cerda, en diciembre del 2018. Solís Cerda no solo renunció, sino que al encontrarse fuera del alcance del régimen sandinista, criticó los procesos judiciales que se emprendían en contra de civiles en Nicaragua.