La señora Martha Lira es madre de uno de los jóvenes asesinados en el 2018 en las protestas antigubernamentales de Nicaragua, se trata de Agustín Ezequiel Mendoza Lira, quien entonces tenía 22 años.

Era un estilista reconocido, estudiaba y trabajaba, su sueño era tener un salón de belleza y no tener jefes, recuerda su progenitora. Ezequiel no soportaba las injusticias y dijo a su madre días antes que lo mataran, que no podía ser indiferente al dolor de las madres a quienes les habían arrebatado a sus hijos.

El 14 de junio del 2018 la señora Martha Lira comenzó a formar parte de la lista de madres de manifestantes asesinados por el gobierno de Nicaragua cuando su hijo se sumó a la lucha del grupo opositor denominado Movimiento 19 de abril de Tipitapa.

En la entrevista dominical con Radio Darío doña Martha Lira recuerda a su hijo luego de cuatro años sin encontrar justicia.

Doña Martha ¿cómo describe a Agustín Ezequiel como hijo, qué le gustaba, qué sueños tenía, a qué aspiraba?

Siempre que conversaba con él, siempre me decía, madre mi sueño es tener mi salón de belleza aquí y trabajar en lo propio, porque a veces resulta mejor en lo propio que trabajarle a otra persona. Él estaba estudiando estilismo y en la zona, preparándose para ser un profesional en lo que a él le gustaba.

¿Qué comentarios le realizó Agustín Ezequiel acerca del asesinato de su gran amigo Richard Pavón, la primera víctima en Tipitapa a raíz de la protestas en contra del gobierno?

Bueno, yo recuerdo que cuando mataron a los primeros muchachos, me sentía asustada y un poco preocupada por lo que estaba pasando y yo le dije en una ocasión, ¿por qué usted se metió en eso? me dijo unas palabras que me quedé sorprendida, me lo dijo con un carácter de optimismo, de energía, de valentía y me acuerdo que me dijo, madre yo no puedo ser indiferente ante el dolor de muchas madres que le están matando a sus hijos y yo no puedo quedarme en la casa de brazos cruzados y ver lo que está pasando y a él le dolía ver esa situación que estaban pasando los muchachos allí en Tipitapa, en esos momentos se limitaban a decirme muchas cosas por temor, era muy discreto, porque ellos sabían que al estar metido en eso de la lucha de Nicaragua, ellos corrían mucho peligro, él sabía que cada vez que lo llamaba, yo llamaba angustiada, preocupada, el trataba de que yo no me diera cuenta de muchas cosas.

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¿Recuerda la última plática con Ezequiel? ¿De qué hablaron?

Hablamos de la situación que estaba pasando Nicaragua, yo siempre le decía cuidate y me acuerdo que una vez me dijo, madre yo no soy tonto, yo no estoy en un solo lugar, yo estoy en diferentes casas porque yo sé que me caminan taloneado (siguiendo), yo sé que quieren matarme. Ccuando él me dijo eso yo me sentí peor, yo me alteré y le dije por qué sabiendo usted que le van a hacer eso, porque si lo andan buscando para eso, porque no se sale, por qué continúa, y entonces me volvió a decir madre yo no puedo ser indiferente y si me van a matar que sea con orgullo y con dignidad. Yo le dije sinceramente estás loco. Yo recuerdo que ese día, el 14 de junio, los muchachos subieron el video en vivo y una amiga me llamó y me dijo, Martha hirieron a Agustín, pero no es grave, claro me dijeron eso para que yo no me preocupara, pero como a la media hora ya me dijeron que murió, un gran dolor para mí, porque yo pensé realmente que era una herida leve.

¿Qué significa para usted el dolor de una madre qué aun no encuentra justicia por el asesinato de su hijo?

Para mí ha significado 4 años de sufrimiento, 4 años de impotencia, 4 años de ver que ha quedado en la impunidad el  asesinato de él, es doloroso que no hayamos recibido justicia.

A casi cuatro años del crimen contra Ezequiel ¿Qué consecuencias físicas y emocionales continúa sufriendo?

A 4 años, de sólo hablar de ese momento, me agarra nervios, me agarra de todo, padezco de mucho nervio porque he notado que de sólo tocar el tema de los muchachos es como si estuviéramos viviendo el primer día de esa noticia tan dolorosa, y si en lo personal, me ha afectado mucho, porque el cuerpo mío ha tenido diferentes reacciones, respecto a todo eso.

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Ezequiel Mendoza era el hijo menor de doña Martha Lira, ella tiene 19 años de vivir en Costa Rica, se fue para mejorar su situación económica, ahora desde el vecino país del sur continúa en un proceso doloroso y largo, haciendo memoria por el asesinato de su hijo, para que no sea olvidado, asegura.