En 73 años de historia Radio Darío vive un capítulo similar, el cierre de sus instalaciones. Esta vez el verdugo tiene otra cara, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Pero al igual de lo que ocurrió con Somoza, la emisora volvió al aire.

Este viernes una delegación del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones (Telcor), se presentó a la emisora que fue destruida el viernes 20 de abril de 2018 por un comando político, desde entonces una casa particular en el centro de la ciudad de León albergó sus estudios.

La administración de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenaron el cierre de la frecuencia análoga de Radio Darío que transmitía a través de los 89.3 para los departamentos de León y Chinandega, al igual que lo ha hecho con otras emisoras del país.

Hoy se evidenció una vez más el terror de los dos tiranos, engañosos, falsos, que promueven el odio y quieren matar la libertad de expresión, que cierran medios de comunicación y dan cárcel a los periodistas pretendiendo esconder  al mundo el rastro de sangre, terror y destrucción al que han sometido a nuestra patria”, han sido las palabras de Anibal Toruño, director del medio.

El uso de Telcor como aparato represivo es el golpe final en contra la empresa radial que ha sido objeto no solo de destrucción, sino, obligó al exilio desde enero de 2021, a su director Aníbal Toruño.

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La delegación de Telcor no tuvo voz propia, luego de inspeccionar cada uno de los equipos de la radioemisora, tomar fotografías y videos, se retiraron. Regresaron al término de la tarde con una orientación: El cierre de Radio Darío.

“Hoy se apagó un equipo de transmisión, pero No Radio Darío, No nuestras voces…”, ha dicho Toruño.

Los ataques contra Radio Darío son una crónica con un final que ya está escrito. Sus perseguidores verán como el medio volverá a renacer, a como lo hizo 24 horas después que fue incendiada.

La radio fue allanada el 3 de diciembre de 2018 al mando del jefe de la policía de León, Fidel Domínguez, que además ocupó los teléfonos celulares, computadoras, y amenazó con cárcel al personal de la emisora.

Desde entonces turbas del oficialismo y paramilitares no solo han marcado las paredes de la empresa, con mensajes como: Plomo, Los tenemos vigilados, Golpistas. También han mantenido vigilancia completa sobre el ingreso y salida del personal.

Tras conocer el cierre de frecuencia análoga, Anibal Toruño, desde Estados Unidos leyó un pronunciamiento desde la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) en la que se vio acompañados de sus colegas Luis Galeano, Tifany Roberts y Berta Valle.

En Radio Darío hoy nos llenamos de fortaleza ante la desesperación demencial de quienes pretenden callar la verdad, continuaremos ejerciendo nuestro derecho inalienable de informar, continuaremos trabajando por la libertad y la verdad, haciendo eco al clamor de justicia y cambio”.

Quienes intentan callar a Radio Darío “son los mismos que hoy pretenden callar a un pequeño y humilde pastor pero grande en calidad moral y poseedor del don de la palabra, no entienden que su grandeza deviene  de la iluminación del Señor, un mesías, y como dijo Juan Pablo II: el amor vence siempre, aunque en ocasiones pueda parecer impotente”.

Instalaciones donde funcionaba Radio Darío.