Los cubanos fueron convocados para que el lunes y martes lleguen hasta la plaza a mostrar sus condolencias por la muerte de Castro, quien hace 60 años lideró el desembarco del Granma, que dio paso a la revolución cubana. Desde pescadores artesanales del Malecón habanero hasta taxistas y pequeños comerciantes, la gente se alistaba para acudir a despedirse en medio de un clima de congoja.

“Hay un auténtico sentimiento de duelo, que no es formal, que no es aparatoso, que no es externo, sino completamente íntimo”, dijo a la televisora estatal el exlíder parlamentario Ricardo Alarcón, quien comparó el fallecimiento de Castro con la muerte de próceres independentistas como Carlos Manuel Céspedes y José Martí. Castro falleció a los 90 años y Cuba se sumió en un profundo duelo.

Famosa por el bullicio, la música y el gentío en la costa en los fines de semana, La Habana permanecía el domingo en silencio, y aunque el tránsito parecía normal se percibía el recogimiento. Trabajadores colocaban vallas, cables y baños ambulantes en la plaza, al tiempo en que desmontaban estructuras utilizadas para los festejos del desembarco de rebeldes en la isla hace 60 años. Después de que culmine el homenaje en la plaza el martes, los restos emprenderán al día siguiente un viaje desde La Habana a Santiago de Cuba, recorriendo precisamente en sentido inverso la ruta que Castro hizo en la revolución en 1959.

Fuente. El Nuevo Herald.