Ninguno de los candidatos presidenciales de Costa Rica logró el porcentaje establecido por ley para alzarse con la victoria y los costarricenses tendrán que ir a las unas en segunda vuelta,  para elegir a su presidente entre Fabricio Alvarado, un predicador evangélico, y Carlos Alvarado, un ex ministro de cuestionado partido oficialista.  El primero de abril los costarricenses volverán a las urnas para elegir a su presidente por un periodo de cuatro años.

Los costarricenses tendrán que elegir a su nuevo presidente entre un predicador evangélico, Fabricio Alvarado, defensor de un conservadurismo radical, y un exministro oficialista, Carlos Alvarado, candidato de una formación política acusada de corrupción.

Y todo esto luego de que el candidato evangélico, del conservador Partido Restauración Nacional, se colocó a la cabeza de los sufragios celebrados el domingo con el 24,78% de los votos, según los datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

Carlos Alvarado, por su parte, del gobernante Partido Acción Ciudadana, alcanzó el 21,74% de los sufragios, lo que le abre una ventana de esperanza a sus seguidores y al partido oficialista para mantenerse en el gobierno.