Silvio BáezEl obispo Auxiliar de Managua Monseñor Silvio José Báez, dijo que es vital la separación de poderes del Estado de Nicaragua y evitar que se centren en manos de una sola persona.

 

El líder religioso se refirió también, a las recomendaciones al gobierno de Ortega, para encausar al País por la vía de la institucionalidad y democracia, pero lamentó que no fueron escuchadas por el gobierno de Nicaragua.

 

Señaló el también Vicario General de la Arquidiócesis de Managua que   la Iglesia católica mediante la Conferencia Episcopal desde años viene expresando sus preocupaciones en torno a la problemática socio-política y económica de Nicaragua y planteando la urgente necesidad de que gobierno guíe al país de nuevo a una institucionalidad democrática.

 

Los obispos de Nicaragua tienen firme criterio que la democracia es el sistema político que permite, organizar una avenencia justa y pacífica, asimismo el pleno ejercicio de los derechos humanos de los nicaragüenses y por ende el bienestar razonable del País.

 

“Los obispos hemos venido esbozando   que Nicaragua vuelva a la separación de los poderes (del Estado), es importante que en una sociedad haya un equilibrio de poderes, un control mutuo de autoridad.

 

No le hace bien al país la concentración de poderes en una persona o en un grupo de personas, expresó Monseñor Silvio José Báez. Para Nicaragua, para la sociedad nicaragüense es sana la separación de poderes, para no regresar al totalitarismo donde se impone la voluntad de unos cuantos, sobre la mayoría de la población, recalcó Monseñor Silvio José Báez.

 

Otro punto que los obispo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua han venido planteando es la necesidad de que el gobierno de Ortega promueva elecciones libres y transparentes donde los pobladores pueden elegir de forma democrática a sus autoridades, por eso es importante Redemocratizar a Nicaragua, recalcó el obispo Báez.

 

Las decisiones en una sociedad no deben ser tomadas por una persona o un grupo, y mucho menos cuando sus deseos e intereses se convierten en Ley, no importando que la mayoría de ciudadanos queden fuera y olvidadas, sostuvo el obispo Báez.

 

“En un país en donde se respeta la institucionalidad es mucho más fácil que todas las voces puedan ser escuchadas, que todos los sectores de la sociedad puedan manifestarse y que a los diferentes estratos sociales se les responda a sus necesidades”, expresó el líder religioso.

 

“La democracia tiene que ver con el desarrollo económico de un país y con la atención social a los sectores más desprotegidos. Cuando en una sociedad se concentra el poder, irremediablemente nace la exclusión”, comentó Monseñor Báez.

Fuente: La Prensa.