La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo condenó este viernes 10 de febrero al obispo de la Diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez Lagos, a 26 años y 4 meses de cárcel y lo despojó de su nacionalidad como nicaragüense. También fue inhabilitado de ejercer cargos públicos.

La condena ocurre un día después de que Álvarez se negara a ser desterrado de Nicaragua junto a los 222 presos políticos que llegaron ayer a Estados Unidos en un vuelo charter desde Managua hasta Washington.

En un discurso pronunciado por Ortega el día de ayer, el dictador llamó a Álvarez “desquiciado”, “energúmeno” y “soberbio”, y reveló que el obispo se negó a subir al avión y a ser desterrado de su propio país y por eso, decidieron llevarlo al Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como “La Modelo”

“Ahora está en la cárcel La Modelo. Él es un hombre común y corriente”, dijo el dictador Daniel Ortega en referencia a monseñor Rolando Álvarez.

El obispo Álvarez es una de las voces más críticas del régimen de Ortega y tras negarse a ser desterrado, Ortega decidió castigarlo y lo pasó del régimen de casa por cárcel, a la prisión de La Modelo junto a otros presos comunes.

La condena se llevó a cabo en silencio este viernes a las 2:05 de la tarde, a pesar de que su juicio estaba programado para el próximo miércoles 15 de febrero.

Álvarez se encuentra detenido por la dictadura desde el pasado 19 de agosto de 2022, y según relató Ortega en su discurso, antes de subir al avión el pasado jueves, pidió una reunión con los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), y el cardenal Leopoldo Brenes.

“Frente a una decisión del Estado nicaragüense, dice que él no la acata. Es una resolución de un tribunal de justicia que lo está mandando fuera del país, y que no acata si no se reunía con los obispos. Y como los demás sacerdotes ya estaban en el avión, que le llamen a los sacerdotes, porque él tenía que hablar con ellos”, dijo Ortega.

Ahora, entre los delitos por los cuales fue condenado Álvarez, además de “menoscabo a la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”, también se le imputó el delito de “desacato a la autoridad”, por haberse negado a subir al avión.