Cada vez que los hijos de Carolina López, habitante de un barrio oriental de Managua, le dicen que tienen hambre, ella se rasca la cabeza y se pone a maquinar cómo le hará para dar comida a los suyos, tomando en cuenta que no tiene un trabajo formal y es madre soltera, por lo que cada día se ha vuelto una lucha titánica poder servir más de un plato de comida en su mesa.

“Yo trabajo vendiendo loto en el barrio, además hago rifas de productos básico, de alguna u otra forma me rebusco para llevar el sustento a mis hijos, porque la vida es dura, principalmente en la capital donde todo es caro, hasta un tomate. Tengo tres hijos, la mayor de vez en cuando me ayuda porque agarró un curso de belleza y ahora la buscan ocasionalmente para hacer las uñas, planchado de cabello u otro trabajo cosmético”, asegura la señora.

Esta humilde mujer asegura que al gasto de la comida le suma los pasajes de las rutas para que sus hijos vayan al colegio, el pago de la energía eléctrica y el agua potable, además de la ropa y útiles escolares. “Es mentira de aquí en Nicaragua se puede comer con cien o doscientos córdobas diario, solo las dos libras de pollo cuestan más de cien pesos, súmale el arroz, el aceite y las tortillas, no te sale la cuenta”, añade la pobladora.

Tiene que dejar el país

Por la mente de esta mujer nunca pasó la idea de marcharse de su país, en busca de una mejor vida, puesto que siempre está inventando algo para vender en su barrio, como pasteles, enchiladas, verduras o trabajos de belleza.

“Pero con el dolor de mi alma, voy a emigrar junto a mis hijos, porque aquí en Nicaragua la he luchado, he vendido de todo, pero siento que la economía cada día me está ahogando más, este país está en crisis y quien diga que no, está mintiendo. En mi barrio cada vez hay un poblador menos, porque inclusos los mismos sandinistas se están yendo, porque no se puede más”, manifiesta la mujer.

Encuesta confirma grave situación

Un sondeo realizado en enero de este año por la firma CID GALLUP, indica que Nicaragua es el tercer país en América Latina donde la población tiene que lidiar con serios problemas económicos y batallan por llevar el plato de comida a sus hogares.

Dicha consulta expone que el 48% de los nicaragüenses tienen realmente serias dificultades para comprar sus alimentos y precisamente fue en el último mes cuando en una ocasión no tuvieron dinero para comprar sus alimentos.

Estos datos de CID GALLUP son similares a los resultados del Barómetro, que indican que el 42% de la población nicaragüense ha pasado hambre. La situación de la economía familiar se deteriora cada vez más sumado al rampante alza de la canasta básica en este país centroamericano que ya está cerca de los 20 mil córdobas mensuales, que ni siquiera alcanza para la población que está emplantillada porque el reciente ajuste salarial fue mínimo.